Economistas no se explican pesimismo sobre inflación
Aunque aún no logra salir del coma del pesimismo, en febrero y por quinto mes consecutivo, la confianza de los costarricenses en la economía muestra señales de recuperación.
El repunte se debe a una evaluación más optimista de las condiciones actuales en comparación con un año atrás. Otra situación impera en materia de expectativas a corto plazo: el costarricense prácticamente no menciona mejoras en las condiciones de la economía, más bien parece haberse ajustado a la situación.
Ese sentimiento, medido a través del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) -que la firma Unimer elabora para El Financiero-, se situó en febrero en 4,6 (escala de 0 a 10), su punto más alto desde enero del 2005.
Lo mismo sucedió con los otros dos indicadores paralelos, el Índice de las Condiciones Actuales de la Economía (Icae) y el Índice de Expectativas de los Consumidores (IEC).
El ICC se calcula siguiendo los parámetros que emplea la Universidad de Michigan para medir ese sentimiento en los ciudadanos estadounidenses.
La medición se basa en cinco preguntas: dos sobre cómo la situación personal del hogar ha cambiado y se espera que varíe; otras dos sobre las expectativas de la economía del país en el corto y mediano plazo, y una más sobre las condiciones actuales de la familia para comprar bienes grandes (electrodomésticos, casa, auto).
A diferencia de lo que ocurre aquí, en México, Argentina y EE. UU. el pesimismo ganó terreno en los últimos meses.
Cinco y contando…
No todo tiempo pasado fue mejor; al menos así lo estiman los costarricenses. Y es que por quinto mes consecutivo son menos los pesimistas al evaluar su situación económica familiar con respecto a un año atrás.
A febrero último cuatro de cada diez dijeron estar peor, lo que marca una sensible baja en relación con los resultados de setiembre y octubre del 2005, cuando se situó en 5,9. Sin embargo, es superior respecto a febrero del 2005 (3,8).
Los optimistas vienen en aumento, al pasar del 17% en noviembre pasado (punto más bajo) a 25% en febrero.
Sin embargo, esa mejora en el optimismo -con respecto al pasado-, no se traslada al futuro cercano. Solo el 40% de personas creen que las condiciones serán mejores en los próximos 12 meses, lo que significó un descenso de tres puntos porcentuales respecto a enero y solo un punto más en relación con igual mes del 2005.
Asimimos, los pesimistas también se reducen, al pasar de 24% en enero a 23% en febrero.
Inflación, mala palabra
La inflación, el ingreso insuficiente y la falta de empleo son los factores en contra que la gente cita con más insistencia al justificar su pesimismo.
A febrero, se mantiene el porcentaje de personas que opina que los precios aumentarán más que sus ingresos. Casi 7 de cada 10 consideran que habrá un deterioro en su poder de compra.
Es más, casi 9 de cada 10 esperan que los precios aumenten en los próximos 12 meses y la mayoría (57%) espera aumentos superiores al 15%, lo que es significativamente mayor a un año atrás.
Y no es cuestión de tiempo. La inflación que esperan por año en los próximos 5 años es mayor a la esperada para los próximos 12 meses. El 62% que sea mayor al 15%, y 32% espera que sea menor a ese porcentaje.
Los economistas Rodrigo Bolaños y Luis Mesalles no se explican los motivos por los cuales los costarricenses son tan pesimistas a futuro con la inflación. «No hay una explicación lógica para justificar por qué la gente cree que la inflación aumentará tanto», señaló Mesalles.
Sin embargo, ambos dijeron que es posible que el efecto de los altos precios de los últimos años esté pesando mucho sobre las expectativas futuras de las familias.
Trabajo, negocio y compras
El porcentaje que espera que las condiciones de negocio y trabajo en el país para el próximo año sean mejores superó a febrero a los que opinan que estarán peor, y alcanzó su punto más alto en toda la serie. Además, marca una continuación del ascenso iniciado en setiembre del 2005.
Asimismo, disminuyó el grupo de quienes creen que las expectativas sobre la economía costarricense en los próximos cinco años serán de desempleo e inestabilidad, al pasar del 50% en enero al 47% en febrero último.
Respecto a la posibilidad de comprar artículos grandes para el hogar, la mitad de los entrevistados considera que son malos tiempos, lo que significa un nuevo ascenso respecto a un mes atrás y supera en ocho puntos porcentuales al resultado obtenido en febrero del 2005.
El ingreso insuficiente y los precios altos siguen siendo los principales enemigos para hacer grandes compras hoy.
Fuente: El Financiero