Evaluación de momento de compra sigue negativo
El costarricense es más optimista de su futuro y de las condiciones del país, tanto a corto como a mediano plazo, que de la situación que vive en la actualidad. Así se desprende de lo resultados del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), de marzo último (4,9, en una escala de 1 a 10).
Ese resultado que calcula la firma Unimer para El Financiero desde enero del 2005, significó el punto máximo de toda la medición y fue impulsado tanto por un aumento del optimismo a futuro (un año y cinco años) tanto en el ámbito personal como el nacional. Sin embargo, ese optimismo al medirse por las condiciones actuales experimentó una baja sensible respecto a las últimas mediciones.
Paralelamente al ICC, se calculan otros dos indicadores: el Índice de la Condiciones Actuales de la Economía (ICAE) y el Índice de Expectativas de los Consumidores (IEC). Ambos se calculan siguiendo los parámetros que emplea la Universidad de Michigan para medir ese sentimiento en los ciudadanos de los Estados Unidos.
La medición se basa en cinco preguntas: dos sobre cómo la situación personal del hogar ha cambiado y se espera que varíe; otras dos sobre las expectativas de la economía del país en el corto y mediano plazo, y una más sobre las condiciones actuales de la familia para comprar bienes grandes, como electrodomésticos, casa y automóvil.
La mitad de los jefes de hogar estimó que son malos tiempos para comprar este tipo de artículos, resultado idéntico al de marzo del 2005.
Buen futuro
Cinco de cada 10 personas considera que estará mejor dentro de un año de lo que está hoy, lo que representa un aumento significativo con respecto a febrero último (40%) y también sobre marzo del año anterior (39%).
El grupo de quienes consideran que estarán peor continúa disminuyendo. A marzo del 2005 eran el 25%, mientras que a febrero último fue el 23% y a marzo el 19%.
Esa misma valoración se traslada, aunque con menor peso, a las expectativas sobre empleo y negocio en el país para el próximo año.
El 35% dijo a marzo que esas expectativas serían mejores para los próximos 12 meses; ese grupo era, en febrero último del 25%, y a marzo del 2005 era el 23%. Y los pesimistas disminuyeron al pasar del 21% a febrero pasado al 16% a marzo último.
También el costarricense es más optimista de las condiciones de la economía a un plazo más lejano (5 años). El 41% dijo a marzo que estas serían de desempleo e inestabilidad, lo que significó una disminución de cinco puntos porcentuales respecto a febrero último y 23 puntos porcentuales respecto a igual periodo del año anterior. De hecho, el 37% opina que a ese plazo ve buenas condiciones económicas y estables (a febrero último eran el 30% y a marzo del 2005 eran 14%).
Pese a ese aumento del optimismo, un 53% opina que las tasas de interés aumentarán en el próximo año, aunque disminuye respecto a las últimas evaluaciones. A la vez, un 83% considera que los precios aumentarán en los 12 meses siguientes (la gran mayoría -52%- estimó que será por encima del 15%).
Mal momento de compra
La mitad de los hogares continúa opinando que son malos tiempos para salir a comprar artículos grandes para el hogar (casa, vehículo, electrodomésticos grandes). Solo un 18% consideró a marzo último que son buenos tiempos.
Ambos resultados (pesimistas y optimistas), prácticamente se mantienen invariables respecto al último mes y no distan muchos de los obtenidos un año atrás.
Ingresos insuficientes y precios altos siguen siendo los principales enemigos para hacer grandes compras hoy.
El acceso al crédito es la principal razón para quienes consideran que es un buen tiempo para comprar grandes artículos, así como mencionan precios bajos y variedad de precios.
Respecto a la valoración del momento actual para comprar casa, el 59% consideró, a marzo último, que es mal tiempo; solo el 18% estimó lo contrario. Y para comprar carro, un 64% calificó que el actual es un mal momento; solo el 9% consideró que eran buenos tiempos.
Economistas, empresarios y sociólogos coincidieron en que el aumento del optimismo general en la confianza del consumidor no se traslada a su percepción del momento de compra, porque la inflación continúa teniendo un peso sobre las finanzas personales, que hacen que el costarricense prefiera ser reservado a la hora de comprar.
Por ahora, los ticos prefieren no salir de compra. Diferentes analistas encuentran razón para ese comportamiento.
Carlos Federspiel
Presidente Cámara de Comercio de Costa Rica
«La demanda interna está caída y a falta de ingresos fiscales no la empuja el gasto público, por lo tanto, es el Banco Central el que ha tenido que actuar poniendo en práctica la teoría económica. Con ello ha atizado la inflación y golpeado a las familias ticas».
Justo Aguilar
Economista, de la Universidad de Costa Rica
«Venimos de dos periodos consecutivos de alta inflación, dado que los salarios de las personas no crecen igual. Lo que tenemos es una reducción sensible del poder de compra de las familias, de manera que hay que priorizar el gasto de lo más básico a lo menos».
Carlos Sojo
Sociólogo de Flacso
«En circunstancias de cambio como las que vive el país, la actitud que asume la gente es de prudencia, eso se traslada al consumo de las personas. Considérese que estamos en una época de estancamiento social, que se prolonga ya por más de dos décadas; por tanto, es de esperar que la gente tenga una valoración negativa».
Fuente: El Financiero