A diferencia del 2008, este año la antesala de la temporada navideña recibe a un consumidor menos pesimista, con un pronóstico más alentador sobre el futuro laboral, pero siempre cauteloso a la hora de gastar su dinero.
Este es el perfil promedio que se obtiene al cruzar algunas de las respuestas que los jefes de familia dieron en la encuesta Confianza del Consumidor en la Economía, correspondiente a octubre.
Con base en sus resultados, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), aumentó a 4,9 puntos (de 10 posibles), su nivel más alto desde marzo del 2008.
Tal incremento ratifica la recuperación del indicador, que durante el año pasado experimentó un desplome al tenor de la crisis financiera internacional.
En estos momentos, el ICC se ubica por encima de la confianza promedio del costarricense –4,6 puntos– y a un paso del territorio optimista –5,1 puntos–, donde las opiniones favorables superan las desfavorables.
El ICC lo calcula Unimer para EF, con base en una encuesta telefónica a una muestra de 400 hogares. En ella se plantean preguntas sobre la situación económica actual personal y del país, así como de las expectativas.
Según el estudio, tiende a ser más optimista la población masculina, menor de 40 años, con estudios universitarios y de nivel socioeconómico alto.
La metodología del ICC también es utilizada en otros países, y en varios de ellos se observa los mismos síntomas de recuperación.
En Estados Unidos, el ICC tocó fondo a inicios de año, aunque ha logrado levantarse con algunos altibajos. Tanto en la zona del euro como en Brasil la mejoría ha sido más consistente.
Para Costa Rica, está claro que el repunte ha sido más fuerte del lado de las expectativas que de la valoración del presente.
La porción de jefes de hogar que considera que su situación económica personal y familiar estará mejor dentro de un año aumentó a 54%; también mejoró el pronóstico sobre el trabajo y los negocios en Costa Rica.
Por el contrario, el 66% opina que el momento para adquirir artículos grandes para el hogar, sigue siendo desfavorable.
Fuera de Costa Rica
El rebrote de la confianza en los consumidores e inversionistas también se percibe fuera de las fronteras de Costa Rica, aunque en las economías desarrolladas los avances son más discretos.
En Estados Unidos, el indicador mejoró a comienzos de año, pero en los últimos seis meses se tornó bastante volátil. De hecho, en octubre sufrió la segunda caída consecutiva.
El director del Centro de Investigación de la Confianza del Consumidor, en Estados Unidos, Lynn Franco, explicó que el repliegue obedece a una peor valoración de los consumidores sobre la situación actual del país, especialmente en lo relacionado con las condiciones de empleo.
El índice de confianza de los Estados Unidos era el punto de partida para medir el estado de ánimo del consumo en el mundo, sin embargo, en la era de la poscrisis la situación interna en países emergentes como China y Brasil gana importancia.
“Sus habitantes deberán tomar el lugar de los endeudados consumidores estadounidenses, como destinatarios de la producción global”, explicó Eric Vargas, director de Estrategia de Inversiones de Aldesa. Agregó que si la economía global regresa a la senda del crecimiento, los motores serán los países emergentes.
Al igual que en Brasil, Chile muestra una fuerte recuperación en el ánimo de sus consumidores en junio y setiembre, de acuerdo con la encuesta de este tipo que prepara la Facultad de Economía de la Universidad de Chile.
Así como los jefes de hogar de los países emergentes han reaccionado de manera favorable a los síntomas de recuperación, la calma retorna a los inversionistas internacionales, que hoy exigen a estas economías primas de riesgo más bajas.
El índice EMBI ( Emerging Market Bond Index ), que establece la diferencia de tasas de interés entre una canasta de bonos emitidos por gobiernos de países en desarrollo y la tasa que pagan los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, lo confirma.
Mientras que en mayo el bono de un país en desarrollo tenía que pagar en promedio premios cercanos a los siete puntos porcentuales, en la actualidad ese diferencial bajó a tres puntos.
Melvin Garita, analista de Lafise Valores, comentó que las acciones y los bonos de las principales economías de la región han reaccionado de manera positiva al repunte en las bolsas de valores de países desarrollados, pero más aún, responde a la fortaleza demostrada por sus economías.
Fuente: El Financiero