ICC subió pero sigue en nivel bajo
El 46% de los consumidores entrevistados en la encuesta para el ICC dicen que, a nivel económico, están actualmente peor con respecto a un año atrás.
Los consumidores siguen de malas en Costa Rica o, por lo menos, en relación a su confianza en la situación económica.
Aunque el estado de ánimo de los hogares aún no es el mejor, en setiembre hubo un leve repunte en comparación con los dos meses anteriores.
El mes pasado, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) fue de 4,1 puntos de una escala entre 0 y 10. Ese puntaje es insuficiente para afirmar que el consumidor costarricense tiene confianza, pues eso se logra con valores superiores a 5.
Este nivel de la confianza sigue siendo bajo si se compara con los resultados de los meses anteriores. El puntaje obtenido es el mismo que se presentó en mayo y junio del 2012.
Al comparar solo los meses de setiembre, el incremento obtenido fue insuficiente para igualar a los del 2012, 2011 y 2010; este último precisamente es uno de los meses que logró los valores más altos, pues marcó 5,2.
El pesimismo entre las familias se mantiene porque las opiniones sobre su situación económica actual y las expectativas siguen sin mostrar mejoras.
Por ejemplo, las personas que tienen un criterio negativo sobre cómo será su situación dentro de un año, no han variado. Desde mayo del 2011 cerca del 20% ha manifestado que enfrentará una peor condición.
Quienes al contrario esperan mejorar su situación han sido en promedio el 46% de los entrevistados en ese mismo periodo, porcentaje que también ha tenido altibajos.
El ICC es elaborado por la firma Unimer para EF con una encuesta a 400 familias.
La mala opinión de las personas se mantiene justo cuando el Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció que para el segundo trimestre del 2013 el consumo de los hogares bajó su ritmo de crecimiento.
Para los primeros tres meses, el aumento fue de 3,5% y de abril a junio fue de 3%.
La proyección de crecimiento anual de consumo de EF, hecha en julio pasado, también disminuyó. En general, las familias no están en condiciones de subir sus gastos en porcentajes elevados.
Ligado a la desconfianza
EL Índice de Confianza del Consumidor se relaciona con el empleo. La disponibilidad de trabajo genera la confianza de recursos disponibles entre las personas.
Precisamente, el aumento del desempleo es otra de las razones que explican el débil repunte de la confianza, explicaron dos economistas consultados por EF.
Para Edna Camacho la desaceleración del consumo responde al aumento en la tasa de desempleo. Según la Encuesta Continúa de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el desempleo aumentó de 9,6% en el primer trimestre a 10,4% en el segundo trimestre de este año.
Camacho señaló que esa falta de opciones laborales responde a una política conservadora por parte de las empresas, que han decidido mantener sus inversiones y, por lo tanto, también el nivel de su planilla.
El economista y presidente de la Academia de Centroamérica, Luis Mesalles, explicó que la desconfianza de las familias también está afectada por un estrujamiento del presupuesto familiar.
Este año hubo fuertes incrementos en servicios básicos y regulados, por lo tanto, el bolsillo de la gente está estrujado.
Mesalles también cuestionó si parte de las familias están sobreviviendo con un porcentaje elevado de deuda y, precisamente el pago de esa obligación financiera también afectaría la confianza que tienen las personas sobre su situación económica.
El ICC lleva 29 meses consecutivos indicando desconfianza, a saber, desde mayo del 2011. Ni los meses que usualmente levantan la confianza han logrado llevarlo a un valor superior a 5 puntos en el periodo.
Fuente: El Financiero. 06 de octubre, 2013