26% espera que condición de su familia empeore; en enero era un 30%.
Mujeres y personas con educación primaria son más pesimistas.
El pesimismo sobre la situación económica del país y de las familias dentro de un año registró una leve baja entre enero y mayo, reveló la encuesta de Unimer para La Nación.
El porcentaje que espera que la situación del país empeore dentro de un año bajó de 57% en enero a 53% en mayo. El porcentaje que prevé que la situación de su familia desmejore dentro de un año pasó de 30% a 26% en igual período.
La disminución es estadísticamente significativa pues supera el margen de error de la encuesta (2 puntos porcentuales).
En agosto del 2008, cuando predominaban los incrementos en los combustibles y los alimentos, el pesimismo sobre el futuro era mucho mayor.
Sobre el futuro tienden a ser más pesimistas las mujeres, las personas de 40 años y más, de nivel bajo, con educación primaria, inactivas y que viven fuera del casco metropolitano.
La encuesta se aplicó a 2.430 personas entre el 7 y el 17 de mayo de este año.
Hacia atrás. Respecto al pasado, los encuestados manifiestan una desmejora en la situación económica del país y de su familia.
El porcentaje que considera que la situación empeoró respecto al año anterior subió de de 66% en enero a 70% en mayo. El que prevé que la situación de su familia decayó prácticamente se mantuvo estable pues pasó de 35% a 37% en el mismo período.
El deterioro también se refleja en la percepción del ingreso familiar. El porcentaje de personas que dijeron que no les alcanzaba el dinero y enfrentaban algunas dificultades pasó de 25% en agosto del 2008 a 32% en mayo de este año.
A los que no les alcanzaba y tenían grandes dificultades pasó de 5% a 7% en el mismo período.
Estas cifras son un poco más altas que los resultados de pobreza de julio del año pasado.
A julio del año pasado, el porcentaje de hogares pobres en nuestro país (aquellos que no satisfacen las necesidades básicas) era de 17,7% y en extrema pobreza (no les alcanza ni para la comida) era de 3,5%.
Menos efecto en familias. En todas las mediciones las personas son más pesimistas sobre la situación del país, que sobre la de su familia.
Esta percepción coincide con los resultados que espera el Banco Central para este año, cuando estima que el producto interno bruto (PIB) caiga un 1,8%, pero el Central prevé que el ingreso nacional disponible se mantendrá estable.
El PIB es el valor de los bienes y servicios producidos localmente. Su caída indica que las empresas producen menos porque venden menos.
El ingreso nacional disponible se estima al restar al producto interno bruto los pagos al exterior, por ejemplo, las utilidades que envían las empresas transnacionales al extranjero y considera la ganancia que ha tenido el país porque los precios de los productos que importa han bajado más de los que exporta. El hecho de que este ingreso se mantenga es una señal de que el ingreso promedio de las personas dentro del país no caerá.
Esta situación se puede dar cuando las empresas venden menos, pero mantienen el personal o no lo recortan tanto como la caída que enfrentan en sus ventas.
Problemas económicos. No obstante, aunque los hogares parecen defenderse un poco más de la crisis, las preocupaciones económicas son las principales de la población.
Entre las preocupaciones económicas, la que ocupa el primer lugar es el alto costo de la vida (la inflación).
Le siguen el desempleo, el desempeño de la economía local, la inseguridad futura y la pobreza.
La preocupación por el alto costo de la vida bajó respecto al año pasado y coincide con la desaceleración que muestra el índice de precios al consumidor.
Fuente: La Nación. 29 de mayo, 2009