La inseguridad parece atornillada en la parte más alta de las preocupaciones populares.
Nada la supera, pero en los últimos cuatro meses se redujo la cantidad de costarricenses estresados por ese problema.
Sin quitar la mirada de las noticias sobre delincuencia, los costarricenses se tocaron el bolsillo en esta parte del año y recordaron que este también les aprieta.
La encuesta más reciente de Unimer para este diario reveló un aumento en la cantidad de costarricenses que mencionan asuntos económicos como el principal problema del país.
El 38,3% citó asuntos como el desempleo, el costo de la vida, la pobreza y el estado de la economía nacional. En julio pasado este grupo representaba el 32,5% de la muestra nacional.
El desempleo es el rubro más mencionado en este grupo (14,9%), seguido por el alto costo de la vida (10,6%), el mal estado de la economía (7,2%) y la pobreza (5,1%), de acuerdo con el estudio basado en 2.400 encuestas hechas entre el 21 de octubre y el 3 de noviembre. El margen de error es de dos puntos porcentuales.
Los costarricenses de menor nivel socioeconómico son los más inquietos por aspectos económicos. El alto costo de la vida preocupa más a los mayores de 50 años y el desempleo, a los menores de 25 años.
También son los habitantes de zonas rurales los que expresaron mayor inquietud por los asuntos vinculados a la economía.
En los últimos meses se ha puesto en evidencia la incertidumbre del tipo de cambio del colón frente al dólar, así como los lamentos del Gobierno por la falta de recursos para invertir en obras públicas.
Se ha conocido de la reducción de algunas actividades económicas en zonas fuera del Valle Central, como la producción de melones en Guanacaste y las construcciones en la costa del Pacífico.
Detrás de la inseguridad y los asuntos económicos también aparece mencionada la corrupción como problema del país.
El momento. Las encuestas se realizaron durante días en que se conoció el conflicto entre Costa Rica y Nicaragua, que acaparó la atención pública y generó réditos para la popularidad de la presidenta Laura Chinchilla.
Los datos permitieron notar una preocupación menor sobre los asuntos de seguridad ciudadana. Aunque sigue siendo un tema primordial para el 33% de la población, este grupo representaba en julio pasado un 46%.
Los costarricenses de clase media y alta, de entre 30 y 50 años y con educación universitaria, predominan entre los que consideran la delincuencia como el mayor problema. Esta percepción es mayor en la zona urbana que en la rural.
No se han conocido en los últimos meses hechos criminales que rompan los patrones registrados desde el 2009, el año en que se disparó la angustia de la población ante los crímenes.
La preocupación popular por la inseguridad ciudadana llegó a su punto más alto en julio pasado, cuando el 45,6% de los encuestados lo señaló como la peor dificultad por la cual atravesaba el país.
La inseguridad tomó distancia del resto de problemas después del 2008, cuando el alto costo de la vida se reveló como la inquietud más grave de la gente, en plena crisis económica internacional.
Después, las menciones a la delincuencia se han mantenido en la parte más alta de los gráficos, por encima de los problemas económicos, los cuales presentaron un repunte en los meses recientes.
Fuente: La Nación