El gasto de las familias en Costa Rica crecerá, en el 2012 un 3,7%, cifra inferior a la registrada el año pasado, que fue de 4,6%. Ese es el pronóstico de EF, elaborado con base en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC). En este especial multimedia.
El vaticinio es menor del que tiene estipulado, en este momento, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) en su Programa Macroeconómico, que es de 4,2%.
Las razones de ese descenso, con respecto al 2011, provienen de menores incrementos en los salarios y el empleo.
El resultado es tomado sin sorpresas, al menos por representantes de empresas del sector comercial, quienes asocian el pronóstico a lo que sucede con sus ventas.
Es decir, es una estabilidad que cuesta mantener, según dijeron tres ejecutivos de diferentes empresas y un economista que participaron en una conversación sobre el ICC y este pronóstico de consumo con personeros de la firma Unimer, que calcula el dato para EF.
Sin embargo, el hecho de que esos dos componentes muestren hasta ahora un comportamiento positivo hace que el nivel de consumo no caiga.
El factor que está ejerciendo una fuerza hacia la desaceleración es la confianza, precisamente el ICC, que mantiene una tendencia descendente desde hace más de un año.
Incluso, actualmente este valor se ubica en 4,1 puntos de 10, uno de los más bajos.
El ejercicio sobre el comportamiento del consumo privado proviene de una ecuación que toma en cuenta las variables y que, por medio de un coeficiente de correlación, se ha demostrado un margen de error mínimo entre estos componentes y el gasto privado.
A pesar de existir un nivel recomendado en el pronóstico de consumo, el cálculo también incluye un escenario optimista, que asume un mejor resultado debido a un desempeño más elevado de las variables que lo integran.
En este último contexto, el crecimiento sería de 4,6%. De ser así y dependiendo que el BCCR mantenga sin variación el resultado para el 2011, entonces este año se mantendría el nivel de consumo.
Valeria Lentini, directora de proyectos de Unimer y encargada del pronóstico de consumo, detalló que, dadas las condiciones del salarios reales, del nivel de empleo junto con las revisiones al alza que ha hecho el BCCR de sus datos anteriores, es posible concluir que el dato real de consumo estaría entre el recomendado y el optimista al finalizar el 2012.
Señales en el camino
Además del crecimiento entre los elementos que componen la proyección de consumo, ¿qué otras señales emite el entorno que sugieran un mejor desempeño?
Los resultados más recientes, en lo que respecta a producción para el cierre del primer trimestre de este año, están dentro de lo esperado.
Para marzo del 2012, el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 6% en términos interanuales. Su principal componente, el consumo de los hogares, tiene un comportamiento del 4,4% de aumento, el cual supera lo estipulado por el Central a inicio de año.
Los empresarios convocados por EF confirman que el pronóstico coincide con lo que están viendo en sus respectivas actividades.
José Pacheco, gerente general de los restaurantes Spoon y Taco Bell, considera que detrás de esos porcentajes hay un consumidor más inteligente y racional.
“Lo que está moviendo a la baja (el consumo) al final es la percepción del ambiente, que se convierte en realidad”, dijo.
Por su parte, Elizabeth Chacón, gerenta de mercadeo del Grupo Empresarial de Supermercados (Gessa), contó que, probablemente, las ventas estén creciendo, pero que deben hacer un mayor esfuerzo para generarlas mediante descuentos o promociones.
La explicación de Lentini sobre estas aseveraciones es que existe la posibilidad de que el consumidor tenga una buena posición para hacer gastos, pero que carece de optimismo.
El economista y subgerente del Banco Cathay, Hairo Rodríguez, explicó que, más bien, la historia evidencia que, en periodos con una economía expansiva, la tasa de crecimiento del consumo suele llevar un ritmo más conservador que la de producción.
Aunque las condiciones actuales muestren un dinamismo importante, se carece de elementos robustos o impulsores que sostengan ese crecimiento por un periodo prolongado.
Como consecuencia, añadió Rodríguez, el consumo ya muestra un desempeño alto y no se visualiza un mayor crecimiento.
En la Cámara de Comercio esperan un aumento del consumo entre el 4% y el 4,5%, dijo su presidente Arnoldo André.
El gremio justifica la cifra en un aumento poco significativo en las ventas del sector y que, más bien, se percibe un comportamiento constante a lo largo del año.
De acuerdo con André, el incremento en las tasas de interés ha sido un elemento que desmejoró el poder de compra de los hogares, puntualmente las que tienen deudas, pues ese factor estruja la capacidad de compra de algunos bienes y la inversión.
Una apreciación similar tiene Gabriela Vargas, economista del Banco Bansol, quien explicó que la actividad económica actual proviene de la demanda externa, por lo menos lo que se ha visto durante el primer trimestre de este año.
Lo anterior quiere decir que la demanda interna (donde se ubica el consumo) crece a un menor ritmo.
“Es de esperarse –agregó– que los aumentos experimentados en las tasas activas y pasivas reales generen una ralentización en la demanda interna y, por ende, sobre la producción”.
El economista Hermann Hess insistió en que, en lo referente al consumo, las percepciones son importantes.
Aunque algunos de los denominados macroprecios económicos (tipo de cambio e inflación) son positivos para los consumidores, las condiciones sugieren que las personas no llegan a sentir ese beneficio. Ese llega a ser un factor que limita el crecimiento del consumo, añadió Hess.
A pesar de que el BCCR ha manifestado que su pronóstico de producción para este año será levemente mayor que el 2011, no será hasta que se revise el Programa Macroeconómico (a finales de este mes) que se revele si también se ajusta el ritmo del consumo, que representaría un 66,3% del PIB.
Fuente: El Financiero