El ánimo entre los consumidores está decayendo. En los tres meses completos que han pasado del 2012, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de EF ha descendido.
En enero pasado, el ICC estaba en 4,8 puntos y en marzo cerró en 4,4. Es decir, se está alejando del punto mínimo en donde se adquiere la confianza que es 5.
La última vez que el indicador reflejó que los consumidores tenían optimismo fue en abril del 2011, cuando se ubicó en cinco puntos y la última ocasión en donde se demostró una confianza más animada fue durante el último semestre del 2010, cuando los resultados arrojaron niveles entre 4,9 y 5,5.
El ICC es elaborado para EF por la firma Unimer, está basado en el indicador que desarrolló la Universidad de Michigan y se confecciona a partir de las respuestas de cinco preguntas a jefes de hogar sobre su situación económica actual y futura. El valor expresado es entre 0 y 10 puntos.
Las respuestas se recopilan por medio de una encuesta a 400 personas y tiene un nivel de confianza del 95%.
Menos optimistas
El descenso del índice en marzo pasado obedeció a una disminución en la cantidad de consumidores optimistas, lo cual terminó por empujar el número de quienes dicen estar igual.
El ICC se formula a partir de quienes tienen opiniones positivas menos las negativas, por lo que al haber un traslado a la cantidad de gente que dice tener condiciones iguales, disminuyen los que podrían impulsar el índice a resultados más altos.
Por lo tanto, el más reciente resultado no obedece a un aumento de consumidores pesimistas, sino que, más bien, se reduce porque los que tenían opiniones favorables ahora piensan que están o estarán igual al considerar su situación económica personal y familiar.
Esa condición es visible cuando los consumidores manifiestan sus expectativas respecto a la situación económica personal y familiar dentro de un año.
En este rubro, los que dicen estar mejor descendieron un 10% en marzo y quienes manifestaron que estarán igual aumentaron en un 11%.
Valeria Lentini, directora de proyectos de Unimer, explicó que, al menos, en marzo pasado, el detalle de la medición del ICC demuestra que no es un aumento de consumidores pesimistas los que están afectando el ritmo del ICC.
Lentini sí reconoció que la consecuencia de esto es que si bien la parte desconfiada no aumenta, tampoco lo hace la porción de consumidores que son más positivos y, por lo tanto, el índice se mantiene igual.
Por su parte, José Luis Arce, economista de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), dijo que el comportamiento del ICC genera poca sorpresa, pues existen factores en la economía que llevan a pensar que los consumidores están haciendo ajustes y que tampoco tienen un estado muy animado.
El crecimiento de las tasas de interés en los meses recientes, por ejemplo, el aumento en la Tasa Básica Pasiva es parte de los indicadores que se transmiten más rápido a los agentes económicos y, por lo tanto, son incorporados en la expectativas de manera casi inmediata, dijo Arce.
Esa razón es la que asocia al descenso del ICC en marzo, pues las condiciones de empleo del país han permanecido relativamente estables, mientras que los incrementos en intereses pueden estar afectando el ingreso disponible de las familias y reduciendo la capacidad de crédito.
Aunque el ICC no lo toma en cuenta como una razón, la cantidad de consumidores que espera un aumento en tasas de interés ha venido mostrando un incremento en el último año, pues en marzo del 2011 el 52% dijo que esperaba un aumento, mientras en en marzo pasado ese porcentaje subió a 64%.
Fuente: El Financiero