Solo 38% de los consultados califica su labor de ‘buena’ y ‘muy buena’
Pese a baja nota, mayoría de ticos le reconoce liderazgo a la Presidenta
Tibio… Así es el apoyo de los costarricenses hacia la labor de la presidenta de la República, Laura Chinchilla, en sus primeros 100 días de gestión, según revela la más reciente encuesta de Unimer para La Nación.
Solo para 38 de cada 100 ticos la labor de Chinchilla es “buena” o “muy buena”. Otros 12 de cada 100 ciudadanos califican la gestión como “mala” o “muy mala”. Para el restante 43% de los consultados, el trabajo de la mandataria en este inicio ha sido “regular”.
No obstante, a la hora de valorar si Chinchilla tiene o no liderazgo para dirigir al país, tres cuartas partes de los encuestados respondieron de forma afirmativa.
Unimer obtuvo estos resultados luego de entrevistar en persona a 1.210 ciudadanos de todo el territorio nacional. La consulta se efectuó entre el 22 y el 30 de julio.
Chinchilla llegó a la Casa Presidencial tras obtener el 47% de los votos válidos emitidos en los comicios del pasado 7 de febrero.
En comparación con otros arranques de gestión, la valoración lograda por la Presidenta apenas supera a la que obtuvieron Rafael Ángel Calderón (en setiembre de 1990) y Miguel Ángel Rodríguez (en setiembre de 1998).
De los últimos cinco presidentes, el que más alta calificación tuvo al comenzar fue Abel Pacheco. quien en agosto del 2002 logró un 68% de opiniones favorables.
Por otra parte, Unimer consultó el criterio de los costarricenses acerca del desempeño del gabinete de Chinchilla.
Los ministros también comienzan este período con una calificación moderada, pues solo 27 de cada 100 personas consideran su labor como “buena” o “muy buena”.
Ojo de mujer. Las mujeres son quienes tienen mayor criterio favorable sobre el trabajo de la Presidenta.
Una opinión similar expresan, mayoritariamente, personas con edad entre los 18 y los 29 años, con estudios universitarios y residentes de los sectores urbanos de la Gran Área Metropolitana.
Por el contrario, quienes expresan, en forma mayoritaria, una percepción negativa sobre el arranque de esta administración son los hombres, personas con un nivel bajo de ingresos y los residentes de los sectores urbanos del resto del Valle Central.
En cuanto a filiación político electoral, quienes más cuestionan la labor de la mandataria son las personas que en la última elección votaron por el Movimiento Libertario y su candidato Otto Guevara,
También son muy críticos quienes en ese momento no votaron por ser menores de edad.
Sin embargo, al medir el índice de confianza sobre el desempeño del Gobierno, la encuesta evidencia que la mayoría de los ciudadanos confía en las capacidades de Chinchilla.
Creen en ella. La Presidenta alcanza sus primeros 100 días de gestión con el nivel de confianza más alto de los últimos siete años: 2,81 en una escala de 1 a 5.
Unimer obtiene dicho índice al combinar estadísticamente valoraciones de los encuestados sobre diversos aspectos como su opinión sobre la labor del Gobierno, el manejo eficiente del gasto público, la capacidad para resolver los problemas del país y la honestidad de los funcionarios.
Para el 58% de los ciudadanos, Chinchilla sabe cómo resolver los problemas del país. Sin embargo, ellos consideran que “necesita tiempo para hacerlo”.
Mientras tanto, un 22% estima que la mandataria sabe cómo resolver los problemas “pero no hace nada” para lograrlo y un 12% afirma que ella “no sabe cómo resolver los problemas”.
Con respecto al manejo del gasto público, un 45% de los ticos opina que el Gobierno lo hace con “eficiencia” o con “cierta eficiencia”.
Esta es la calificación más positiva que se registra en ese rubro (manejo del gasto público) en los últimos siete años, de acuerdo con las mediciones de Unimer.
Por el contrario, un 46% de los entrevistados señala que el actual Gobierno maneja el gasto con “poca eficiencia” o “con ineficiencia”.
Finalmente, mientras que para el 12% de los consultados el Gobierno es “muy corrupto”, para un 28% es “muy honesto”. Un 45% opina que no es ni corrupto ni honesto.
Fuente: La Nación. 12 de agosto, 2010