Universidades públicas y la prensa también lograron buena calificación.
Partidos políticos y Gobierno causaron mayor insatisfacción ciudadana.
La mayoría de los costarricenses están satisfechos con la actuación de la Iglesia frente al referendo sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) de EE. UU., el Istmo y República Dominicana, celebrado el 7 de octubre del año pasado.
De acuerdo con la última encuesta de Unimer para La Nación , el papel desempeñado por la Iglesia tiene el visto bueno del 55% de la población y solo dejó insatisfecho al 26%.
Se trata del actor mejor valorado por los ciudadanos ante la pregunta “¿Está usted satisfecho o insatisfecho con la actuación que tuvo cada actor en el referendo y el TLC?”.
Durante la campaña sobre el referendo, la Iglesia manifestó que no estaba alineada con ninguna tendencia e hizo un llamado a la población a “respetar las decisiones de la mayoría”.
Su participación también fue centro de críticas.
Se reportaron casos de sacerdotes que tomaron partido a favor del NO en el púlpito y algunos líderes del SÍ consideraron que la Iglesia no aplicó mano dura.
Se trató del primer referendo celebrado en el país y polarizó intensamente a la opinión pública en torno al SÍ y al NO. Ganó el primero, por un estrecho margen.
La encuesta se realizó en todo el país del 28 de agosto al 4 de setiembre y se basó en entrevistas personales a 1.230 personas.
El estudio tiene un margen de error de 2,8 puntos porcentuales.
Aprobación. La encuesta también reveló que la mitad de la población está satisfecha con el rol que jugaron las universidades públicas (la actuación de los estudiantes universitarios se consultó por separado) y la prensa.
Los centros educativos se pronunciaron en contra del TLC y algunos de sus líderes participaron activamente en la campaña.
Por su parte, la prensa hizo una cobertura intensa del referendo, bajo un escrutinio constante tanto del SÍ como del NO.
Solamente tres de cada 10 personas están insatisfechas con las universidades públicas (30%) y con la prensa (32%).
La Nación fue uno de los cuatro actores sobre cuyo desempeño impera la satisfacción: 46% de la población está satisfecha y 31% insatisfecha, según la consulta.
Insatisfacción. En contraste, los partidos políticos fueron los que más dejaron que desear, a juicio de los ciudadanos.
La mitad de los ciudadanos están insatisfechos con los partidos Acción Ciudadana (50%), Unidad Social Cristiana (50%) y Movimiento Libertario (51%).
Durante la campaña, Acción Ciudadana se destacó como el brazo político del NO, mientras que los socialcristianos y los libertarios integraron la coalición del SÍ.
Solamente una tercera parte de los entrevistados expresaron estar satisfechos con el proceder de estas agrupaciones.
La valoración del comportamiento del partido oficialista, Liberación Nacional, es similar.
Causó un grado ligeramente menor de insatisfacción (47%) y uno levemente mayor de satisfacción (35%) en comparación con los otros partidos.
El Gobierno fue el actor que más insatisfacción generó: 53% de los entrevistados dicen sentirse insatisfechos, mientras el 34 % de los entrevistados están satisfechos.
La prioridad de la presente Administración durante la primera parte de su gestión fue lograr la aprobación del Tratado, y el presidente Óscar Arias hizo numerosos llamados a favor del SÍ.
Cuando se le pregunta a los ciudadanos sobre la participación de los sindicatos, la respuesta no dista de las expresadas sobre el Gobierno y los partidos políticos. El 45% de la ciudadanía se muestra insatisfecha y el 32% dice estar satisfecha.
Los grupos sindicales hicieron una agresiva campaña de oposición al TLC, organizaron protestas y en algunas declaraciones dieron a entender que no respetarían el resultado de la consulta popular si ganaba el SÍ.
También se consultó a los entrevistados sobre el comportamiento de los estudiantes universitarios, las cámaras empresariales y los comités patrióticos.
Pero las respuestas reflejan un grado de satisfacción prácticamente igual al de insatisfacción y la diferencia entre ambos porcentajes (a favor o en contra) quedó dentro del margen de error.
Fuente: La Nación. 21 de setiembre, 2008