Cuatro de cada 10 seguidores votarán por diputados de otros partidos.
38% de electores quebraría el voto; jóvenes de 18 a 24 son los más ‘infieles’.
La fuerte presencia del rostro del candidato Otto Guevara por encima de la bandera del Movimiento Libertario le ha traído réditos en las perspectivas electorales, pero también le genera un dilema.
El candidato presidencial libertario, segundo en intenciones de voto para los comicios de febrero, es el aspirante cuyos simpatizantes presentan una mayor disposición a quebrar el sufragio.
Es decir, que muchos de sus seguidores votarían por él para la Presidencia, pero darían el apoyo a candidatos diputadiles de otros partidos políticos.
El 42% de los simpatizantes pretenden hacer votos diferenciados, según la encuesta más reciente de la firma Unimer para este diario.
Un 54% haría voto “parejo” en la papeletas y un 4% no lo ha decidido aún, de acuerdo con el estudio basado en entrevistas hechas entre el 12 y el 26 de noviembre.
Pese a ello, los candidatos legislativos libertarios ocupan el segundo lugar en intenciones de voto, tras los liberacionistas.
La candidata presidencial verdiblanca, Laura Chinchilla, que se mantiene a la cabeza de las preferencias electorales, a pesar de su tendencia descendente, goza de una mayor “fidelidad”.
Así, 63 de cada 100 personas que apoyan a la candidata del Partido Liberación Nacional (PLN) para la Presidencia, dicen respaldar también a los candidatos verdiblancos de su provincia respectiva. El 31% sí quebrará el voto.
Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC), es el tercer candidato presidencial en respaldo. De acuerdo con la encuesta, 57% de sus seguidores aseguran que votarán “amarillo” también para diputados.
El otro aspirante que supera el margen de error de la encuesta es Luis Fishman, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), aunque con solo un 6% en intención de voto. De sus simpatizantes, solo 20% manifiesta intención de marcar otros colores en las papeleta legislativas.
Así, el candidato presidencial libertario es el único que supera el promedio de quiebre de voto general, pues posee un 42%, cuatro puntos porcentuales por encima del 38% del total de encuestados.
Tras varias semanas de intensa campaña electoral en torno a las figuras presidenciales, no ha habido cambios significativos en la “fidelidad” de los electores. Un 53% de los entrevistados aseguró que votará por los mismos colores en las papeletas el 7 de febrero, un porcentaje casi igual al que se registró en la encuesta de setiembre, con 52%.
Como es de esperarse, los más “fieles” son los partidarios tradicionales del PLN, esos que ponen el voto donde esté la bandera verdiblanca, sin detenerse demasiado en el rostro del candidato.
Los votantes menos relacionados a partidos tradicionales, como los jóvenes entre 18 y 24 años, son los abanderados del quiebre de voto. Esta población es uno de los terrenos fértiles para Otto Guevara, en relación con sus rivales.
De igual forma, los electores de nivel socieconómico alto y educación universitaria engrosan las filas de quienes votarían por banderas diferentes entre papeletas.
Fuente: La Nación. 08 de diciembre, 2009