A los pies de una compleja coyuntura económica, hasta las familias más acaudaladas del país están dispuestas a adoptar actos de constricción financiera. La tarjeta de crédito no podía quedar fuera de la lista de propósitos.
El 65% de las familias de nivel socioeconómico alto están anuentes a recortar el uso de su tarjeta de crédito, reveló una encuesta encargada por EF a la firma Unimer, aplicada en marzo a un grupo de jefes de hogar.
El estudio, que abarcó una muestra de 400 familias, también incorporó preguntas sobre cuán endeudadas están las familias, y si dentro de la actual situación económica han cumplido con sus obligaciones crediticias.
Si bien los ricos están dispuestos a hacer sacrificios, la cautela con el dinero plástico es mayor entre las personas de nivel medio, donde el 72% piensa utilizar menos el producto.
Con el estudio, también se determinó que la penetración de la tarjeta de crédito dentro de los hogares costarricenses aún es débil. Solo el 32% de los jefes de hogar aseguraron contar con este tipo de producto financiero.
La mayor cobertura de las tarjetas se encuentra en el segmento de personas de alto poder adquisitivo (75%), seguido de lejos por el nivel medio (40%).
De todas maneras, la idea de recurrir menos al datáfono ya fue puesta en práctica por los consumidores; al menos eso fue lo que comentaron casi 7 de cada 10 de las personas consultadas.
Jaime Martínez, director de Citi Tarjetas, manifestó que es normal que durante los primeros meses del año se vea un decrecimiento en el patrón de consumo. “Es una tendencia normal cada año, por lo cual no podemos decir que esto es reflejo de la crisis”, recalcó el ejecutivo.
“El comportamiento de los últimos meses ha sido bastante bueno, gracias a la amplia variedad de tarjetas de crédito en marcas compartidas y a las promociones”.
39% de los jefes de hogar tienen algún crédito. La cifra aumenta al 70%, en el nivel de ingresos altos.
51% de los costarricenses cree que las tasas de interés de los créditos aumentarán.
Claro que la tentación es enemiga de los buenos propósitos. En Citi comentaron que el comportamiento del negocio en los últimos meses ha sido bueno, debido a la variedad de tarjetas de crédito en marcas compartidas y a las promociones que han lanzado, como los descuentos del 35% en restaurantes.
Crédito en colones
El crédito con tarjeta es solo uno de los capítulos con los que tienen que lidiar los deudores del país. Cuatro de cada 10 jefes de hogar confirmó que en estos momentos tienen un préstamo vigente.
De acuerdo con los datos de la encuesta los más endeudados son los jóvenes entre los 18 y los 24 años (50%), mientras que si se aprecia la muestra por el lado de los ingresos, las personas de nivel socioeconómico alto (70%), dominan en el campo de las deudas.
Para las personas físicas, la moneda local sigue siendo la predilecta a la hora de tomar deudas. Solo un 14% dice tener al menos un préstamo en dólares, y si se observan los datos con cuidado, se trata principalmente de sujetos de nivel socioeconómico alto.
La mayor parte de esos créditos se destinan a la compra de vivienda, una tendencia que es más fuerte en personas de ingresos altos, y ubicadas en el rango entre los 30 y los 39 años.
El segundo destino más frecuente para el dinero de esos créditos es el gasto personal, y en este segmento son los jóvenes entre 18 y 24 años los principales usuarios.
A estas alturas, el 86% de las personas aseguró que ha pagado de manera puntual las cuotas de sus créditos. Solo el 14% restante admite que se ha atrasado con sus aportes a la entidad financiera.
La mayor incidencia de morosidad apareció en el segmento de los jefes de hogar que tienen entre 40 y 49 años, y las personas de nivel socioeconómico bajo.
Solo el 10% de las 156 personas que dijeron tener un crédito se han acercado al mostrador del banco para pedir una renegociación de su deuda.
Aunque es una porción muy pequeña para sacar conclusiones definitivas, los resultados de la encuesta muestran que quienes más se acercaron a pedir un respiro fueron personas mayores de 30 años y nivel de ingresos medio o bajo.
Basándose en la experiencia de esas personas, podría decirse que las posibilidades de éxito de un deudor son 50-50, pues solo en la mitad de los casos el banco aceptó la renegociación de las condiciones del crédito.
No obstante, las oportunidades para los deudores aumentaron a partir de marzo, después de que el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) flexibilizó varias regulaciones que permitirán a las entidades financieras conceder mejores arreglos de pago.
Fuente: El Financiero