ICC se situó en 4,5 puntos en febrero, el puntaje más bajo de las últimas tres elecciones presidenciales
El consumidor ha concentrado sus compras en artículos de menor peso en el presupuesto, pues considera que estos no son buenos tiempos para las grandes adquisiciones como casa y carro.
Los consumidores costarricenses se mantuvieron pesimistas durante febrero, mes en el que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de EF se situó en 4,5 puntos.
Este es el puntaje más bajo observado durante los últimas tres votaciones presidenciales en el país, según los datos del estudio que realiza la empresa Unimer para este semanario.
En febrero del 2006, cuando resultó electo Óscar Arias, el ICC registró 4,6 puntos. Cuatro años después, cuando Laura Chinchilla se convirtió en la inquilina de Zapote, el indicador estaba situado en 5,7 puntos. .
El índice es construido con una encuesta a 400 familias y su escala es de 0 a 10 puntos, donde 5 es el límite entre el optimismo y el desánimo económico. Incorpora la situación económica actual de las personas y las expectativas que tienen sobre sus ingresos y su disposición al gasto.
En comparación con enero, el ICC se mantuvo invariable durante el segundo mes del año, poniendo pausa al repunte experimentado desde noviembre del año anterior.
“A diferencia de otros febreros, cuando generalmente se observan caídas con respecto a los picos estacionales que se reportan en enero, este año, el ICC se mantiene invariable”, comentó Valeria Lentini, coordinara del proyecto del ICC en Unimer.
La estabilidad en la confianza de los consumidores se debe a que las expectativas sobre el futuro de la economía son las más favorables desde el 2011.
La esperanza de mejores tiempos por venir logran contrarrestar el creciente pesimismo en la percepción de las condiciones actuales de los hogares.
Expectativas
El optimismo sobre el futuro es mayor en torno a la marcha de la economía nacional que la familiar.
Un 46,3% de los entrevistados por Unimer prevén estar en una mejor situación económica que la actual dentro de un año, mientras que un 17,8% creen que estarán peor.
Las posibilidades de un incremento en sus ingresos es alto para un 42% de los consultados, aunque un 66% espera que las entradas de dinero aumenten a un ritmo menor que la inflación.
En cambio, los consumidores tienen más fe en la recuperación del mercado laboral. El porcentaje de personas con expectativas negativas sobre las condiciones de trabajo y los negocios en los próximo meses fue de un 22%, el más bajo desde el 2011.
A largo plazo, las expectativas negativas para los próximos cinco años bajaron a un 49% de los entrevistados, el menor porcentaje en tres años. Las optimistas subieron a un 32%.
“El ánimo del consumidor se observa más optimista, pero sí realizando una actividad de consumo más cauta. La expectativa de compra se dirige a mercancías básicas y de necesidad principalmente, siendo las compras suntuarias muy lentas y de fuerte decisión en su compra”, dijo Gerardo Vargas, gerente general del mall Paseo de las Flores.
Precisamente, el estudio del ICC especifica que un 64% de los entrevistados considera que son malos tiempos para hacer compras grandes, una tendencia que se mantiene con respecto al año pasado.
Si bien el ánimo del consumidor ha repuntado, sin llegar al terreno de la confianza, el aumento en el tipo de cambio podría convertirse en una nueva amenaza, según estima Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
“Ante un incremento tan significativo del tipo de cambio, se va a producir un incremento en los precios así como en las cuotas de las deudas en dólares, lo cual sin duda alguna afecta y afectará aún más la confianza y el consumo”, aseguró.
Fuente: El Financiero. 09 de marzo, 2014