El último estudio de UNIMER para La Nación , publicado el 25 de mayo, midió las tendencias de intención de voto en la convención del PLN, según las cuales doña Laura Chinchilla superaba a don Johnny Araya en 11 puntos porcentuales, con un margen de error de 3,9. El resultado de la convención indica que Unimer identificó, una vez más, correctamente, la tendencia esperada. Sin embargo, el diputado Alexánder Mora calificó ese estudio como una falsedad y como un instrumento de mera propaganda . Además, acusó a Unimer de manipular, distorsionar y tergiversar los datos obtenidos mediante encuestas durante los últimos procesos electorales, con la intención de controlar la voluntad popular y favorecer la imposición de nuestros gobernantes por parte de los grupos de poder (Diario Extra , 6 de junio, 09).
Nuestros resultados frente a la convención del PLN podrían hacer superfluo referirse a estos disparates del señor Mora; sin embargo, hay al menos tres razones que motivan este comentario. En primer lugar, es un miembro del Primer Poder de la República quien hace ese tipo de acusaciones. En segundo, las semanas previas a la convención del PLN, circuló profusamente un correo anónimo titulado “Los errores de Unimer”, que contenía las mismas falsedades. Y finalmente y el que más nos preocupa es que el diputado Mora indicó que presentó un proyecto de ley para reformar el Código Electoral, fundamentado en esos supuestos, para, según él, proteger a los ciudadanos de los abusos de las encuestas.
Don Alexánder, el estudio de Unimer- La Nación , que usted pretende cuestionar, fue realizado entre el 7 y el 17 de mayo; visitamos 2.430 hogares; es decir, el doble de la muestra usual. Con ello nos aseguramos de tener en la muestra una población suficiente de personas con intención de votar en la convención del PLN que diera validez a la medición y un margen de error pequeño. Los resultados indicaban que saldría a votar un poco más del 20% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, doña Laura superaba por 11% a don Johnny y don Fernando Berrocal obtenía un apoyo de 2%. Los resultados de la convención no dejan dudas de lo acertado de la medición y de la falta de fundamento de la posición del diputado Mora.
Torpe farsa. El segundo argumento que utiliza el señor Mora para cuestionar a Unimer es nuestro trabajo en las elecciones del 2006. Para ello, recurre a una torpe farsa. Don Alexánder toma los datos de la penúltima encuesta realizada por Unimer en esas elecciones, entre el 15 y el 23 de enero del 2006 ,y los presenta como si fueran los del último estudio. Este se hizo entre el 27 y el 31 de enero y puede ser consultado en La Nación del 2 de febrero del 2006.
En esa publicación, aseveramos que Solís ganó 6 puntos en una semana, Arias perdió 7 y los indecisos (13,5%) se inclinaban más por el candidato del PAC. Al momento de realizar el estudio, se identificó una tendencia descendente en el apoyo para Arias, ubicado en un rango de 39 a 46,2% (obtuvo un 40,92% en las urnas). Para el candidato del PAC, los resultados indicaban un apoyo de 31,5% con un rango de 27,9% a 35,1% y una dirección creciente, tal y como efectivamente ocurrió, al obtener 39,8% de la votación.
El tercer argumento del señor Mora no es la elección del 2002 como correspondería, sino que se va a la de 1998. El amplio reconocimiento que obtuvo esta empresa por su trabajo en las elecciones del 2002 no ayuda a los despropósitos del diputado. Efectivamente, en esa ocasión Unimer fue la primera empresa que indicó que habría una segunda vuelta e identificó una vez más y de manera precisa las tendencias de la elección.
En cuanto a la elección de 1998, el diputado Mora nos culpa de la derrota de José Miguel Corrales. El desafío y las críticas continuas de Corrales al presidente José María Figueres y la forma como condujo su campaña, no requiere buscar explicaciones adicionales para su derrota. En todo caso, la abultada diferencia a favor de Rodríguez reportada por nuestra encuesta semanas antes de la elección, disminuyó precisamente porque pese al desplante de Corrales frente a Figueres, la propia Casa Presidencial dio la orden de apoyo, lo cual hizo en general el liberacionismo para evitar una contundente derrota.
Papas con chayotes… Finalmente, el diputado Mora utiliza como cuarto argumento los resultados de nuestro último estudio previo a la votación del TLC. Aquí, “mezcla papas con chayotes”, ya que el comportamiento de los votantes frente a una decisión como la de aprobar o rechazar el TLC es muy diferente a la forma en que lo hacen cuando se trata de escoger presidente. Excepto hechos dramáticos como el atentado terrorista del 11 de marzo del 2004 en las cercanías de Madrid, es muy difícil que la intención de voto para presidente cambie en pocos días. Pero cuando se trata de algo como el TLC, los hechos, las informaciones o argumentos creíbles, a criterio del votante, hacen posible que modifique su intención de voto.
Efectivamente, el miércoles previo al domingo en que se votaba el TLC, un estudio de Unimer indicaba que estaba ganando el NO. Inmediatamente, hubo una movilización del país para revertir esa tendencia.
De alguna forma, se logró que al día siguiente de la publicación, la Secretaria de Comercio de Estados Unidos indicara la imposibilidad de renegociar el TLC si este se rechazaba, hubo programas especiales de televisión extranjera, retransmitidos en el país que indicaban la conveniencia de aprobar el TLC, empresas importantes salieron a indicar que se trasladarían a otros países si el TLC era rechazado, aparecieron recursos económicos y logísticos en el Movimiento del SÍ para el día de la votación, etc. Además, la organización del NO fue muy débil para sacar los votantes.
Rebuscadas quimeras. En resumen, se revirtió la tendencia señalada por Unimer tan solo unos pocos días antes. Similares experiencias se han dado en otras regiones, por ejemplo en los países de la Comunidad Europea. Lo expuesto deja sin fundamento las rebuscadas quimeras de don Alexánder, pero en la Comisión de Asuntos Electorales queda su proyecto de ley para “sancionar drásticamente” a las empresas encuestadoras que, como Unimer, presentan resultados que no son de su agrado.
Esperamos que esa Comisión, que ha realizado un arduo trabajo durante varios años para elaborar el proyecto de reforma al Código Electoral, no tenga que perder el tiempo con las invenciones del diputado Mora.
Fuente: La Nación. 14 de junio, 2009