Gasto de los hogares aumentaría 3,7% en el 2015, lo mismo que durante el 2014 según proyección de Unimer para EF
El dinamismo en el consumo de las familias durante este año dependerá de variables como la inflación, el aumento de los ingresos y la generación de puestos de trabajo. Además, el déficit fiscal continúa siendo una preocupación.
Este año, el crecimiento del gasto de los hogares se moverá a un ritmo similar al del 2014. La proyección se inserta en un contexto económico carente de señales lo suficientemente claras y fuertes como para generar optimismo.
El incremento de un 3,7% en el consumo proyectado por Unimer para EF, está en línea con la expectativa de economistas y empresarios, quienes no vislumbran detonantes que dinamicen la actividad económica este año.
Una inflación estable, pero que aún es mayor al crecimiento de los ingresos, y una confianza del consumidor golpeada, son parte de los elementos determinantes en un año en el que predominará la cautela.
Otros factores que pueden influenciar en el gasto de las familias serán el dinamismo en el otorgamiento del crédito, el comportamiento de las tasas de interés y la situación fiscal. De ellos dependerá que el panorama pueda cambiar a lo largo del año.
Expectativa de consumo
Este 2015 el consumo de los hogares crecerá lo mismo que en el 2014, cuando Unimer previó una variación del 3,7%.
Este pronóstico es elaborado por la firma Unimer, con base en el cálculo del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), así como del promedio del salario real y del nivel de empleo de la economía.
El resultado del índice muestra tres escenarios posibles, donde se recomienda un porcentaje de crecimiento, pero además se muestra un panorama más optimista (inercial) y uno más pesimista (bajo).
En esta ocasión, el escenario menos positivo es de un repunte del 3,5%, mientras que el más animado es de un 3,9%.
Sea que se seleccione el escenario más o menos optimista, el estancamiento es evidente. No solo se demuestra con el resultado de este año, sino también al cavar más hondo.
Desde el 2012 la expectativa de dinamismo del consumo no supera ese 3,7%. Mientras, las tasas de crecimiento superiores al 4,3% se registraron entre el 2010 y el 2012.
Por su parte, los resultados que ha mostrado el Banco Central de Costa Rica (BCCR) no difieren en gran medida de estas estimaciones.
La última estimación de la autoridad monetaria apunta a un crecimiento del consumo privado del 3,9% para este año, según la revisión del Programa Macroeconómico realizada en julio del 2014.
Luego de la crisis económica, el 2010 fue el año que presentó la mejor tasa de crecimiento (4,5%), sin embargo tras ese resultado el indicador se vino abajo.
De hecho, la estimación de este 2015 no está muy lejana al 3,4% que se reportó en el 2008.
En general, el consumo privado equibaldría un 65% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2015, lo que representa un gasto de los hogares de poco más de ¢1,7 billones.
Sector productivo desanimado
Diversos empresarios del sector productivo, inmersos en áreas como comercio detallista y automotor, están en línea con la proyección de EF. Ellos consideran que, por ahora, no habrá cambios significativos en el consumo.
Según Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio, este sector reportó un crecimiento del 4% en el 2014, pero el resultado es solo un sinónimo de estabilidad relativa y no de mejora.
Para este año, y en vista de que la economía crece a menor ritmo, temen menos dinamismo.
Para el economista José Luis Arce, el escenario más probable es que el consumo crezca entre un 3% y un 3,5%.
Esta perspectiva no dista de la estimación de empresarios, que perciben un deterioro del poder de compra de los consumidores.
“No veo en el panorama ningún factor que pueda detonar en un incremento importante en el consumo de los costarricenses”, dijo Julio Barquero, gerente general de Yamuni.
La disconformidad con las señalas económicas del Gobierno, hace que los empresarios recelen de hacer nuevas inversiones.
La decisión de retardar los nuevos negocios crea un efecto dominó que resta dinamismo en la economía.
“El Gobierno debería generar confianza en el sector privado, que es el mayor generador de empleo y riqueza. Esto provocaría dinamismo en la actividad económica y más consumo”, explicó Diego Alonso, vicepresidente comercial de Auto Mercado.
Contexto del estancamiento
El consumo depende, en gran medida, de los ingresos y de la confianza de los consumidores, donde la inflación desempeña un papel importante.
La expectativa es que este año la inflación regrese al rango meta establecido por el Banco Central (3% y 5%), y según economistas se ubicaría en el tope del 5% más pronto de lo esperado.
En el 2014 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) creció un 5,13%, un ritmo más acelerado que el 3,68% registrado en 2013.
A favor de los consumidores está la caída en los precios internacionales del petróleo , que ayudaría a reducir el ritmo de aumento en los precios. El costo por barril llegó el martes 6 de enero al nivel más bajo desde marzo del 2009 ($45,89).
El Banco Mundial prevé que los precios de los combustibles se mantengan bajos este año debido a la sobreproducción mundial.
Aún con el entorno positivo de los precios del petróleo, la inflación continúa por encima del repunte de los ingresos.
Según Annia Chaves, coordinadora de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en el 2014 los ingresos de las familias aumentaron un 2% en términos nominales. Esto significa menos poder adquisitivo.
El ingreso promedio per cápita rondó los ¢348.323 el año pasado, una baja de 7,2% en términos reales respecto del 2013.
A la vez, la caída del ingreso se refleja en una menor confianza.
En diciembre, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), índice elaborado por Unimer para EF, sumó tres años de resultados negativos. En ese mes, el nivel fue de 3,4 puntos porcentuales. Para el indicador, en una escala de 1 al 10, un resultado mayor a 5 es igual a positivismo.
Además hay factores como la incertidumbre política, la situación fiscal y un mercado de trabajo débil que podrían afectar el consumo, explicó Arce.
El déficit fiscal concentra las preocupaciones del Gobierno sin que proyectos de reformas tributarias lleguen al Congreso.
El faltante en las finanzas públicas podría presionar al alza las tasas de interés y estrujar el gasto privado. El as bajo la manga del Ministerio de Hacienda es la última emisión autorizada de deuda externa por $1.000 millones.
En el mercado laboral, la Encuesta Continua de Empleo (ECE) reveló una tasa de desempleo del 10% para el tercer trimestre del año pasado, lo que equivale a 228.000 personas sin empleo.
En ese mismo periodo, casi 26.000 personas perdieron su trabajo por cierres o salidas parciales de empresas, según cálculos de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).
Entre los factores que pueden influenciar positivamente los resultados de este año, está el crecimiento de la economía estadounidense, que favorecería la actividad económica de algunos sectores, como el exportador.
Una expectativa más positiva llegaría en caso de que el crédito, tanto a nivel general como el destinado al consumo, crezca más de lo esperado.
Sin embargo, la previsión es otra. A finales del 2014, Gerardo Corrales, gerente general de BAC San José, afirmó que este año traería créditos más caros, tanto en colones como en dólares lo que reduce las posibilidades de mayor dinamismo.
Para cambiar esa proyección tendrían que llegar nuevos mecanismos de pago y facilidades para incentivar el consumo, explicó Carlos Fernández, exbanquero.
A su percepción, también podría ayudar la dirección de la banca pública en torno a programas de microcrédito y financiamiento a pequeñas empresas.
Metodología
Proyección: El consumo de los hogares dependerá, del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) así como del salario real promedio rezagado dos períodos y del nivel de empleo promedio de la economía.
Referencia: Los datos de empleo y salario provienen de las cifras mensuales reportadas por el Seguro de Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social. Se trabajó con los datos trimestrales del consumo privado de los hogares, a su vez, se consideró el ICC al final de cada trimestre.
Fuente: El Financiero. 18 de enero, 2015