Los consumidores al fin están reconociendo señales de que se avecina la salida de la crisis, a pesar de que la mayoría sigue descontenta con su situación económica actual.
En agosto pasado, el optimismo predominó entre los consumidores por primera vez en lo que va del 2009.
Un 41% espera que las condiciones de trabajo y negocio mejoren dentro de los próximos 12 meses, comparado con un 22% que prevé un deterioro.
Esta tendencia positiva empezó a crecer en junio, después de un año en que prevaleció el pesimismo.
La esperanza de que se aproximan tiempos mejores se comparte entre todos los niveles socioeconómicos sin diferencias significativas.
Las expectativas favorables para el corto plazo ayudaron a que el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) continuara con su tendencia positiva, al alcanzar 4,6 puntos, a pesar de la insatisfacción con las condiciones actuales.
La medición mensual del ICC la prepara Unimer para EF con base en una encuesta telefónica entre 400 hogares, según los lineamientos de la Encuesta de Consumidores de la Universidad de Michigan.
El ICC contempla tanto el Índice de Condiciones Actuales de la Economía (ICAE), que mide la percepción de los hogares en cuanto a su situación actual y disponibilidad para comprar bienes discrecionales, como el Índice de Expectativas Económicas (IEC).
Entre julio y agosto, el índice sobre las condiciones actuales disminuyó, dado que los consumidores aún no consideran que sea un buen momento para comprar bienes como automóviles, electrodomésticos o viviendas.
Otro cambio alentador fue la caída en el porcentaje de consumidores que esperan un aumento en el desempleo, que pasó de un máximo de 68% en febrero del 2009, hasta 41% el mes pasado.
Para Eric Quesada, gerente regional de Manpower, las escasas expectativas de contratación entre los empresarios empezaron a tocar fondo.
“Se empieza a visualizar un repunte dentro de la crisis en donde cada vez más las empresas frenan la reducción de sus planillas y, más bien, vuelven a contratar nuevos puestos”, explicó.
Expectativas eluden al bolsillo
El entusiasmo de los consumidores hacia el futuro económico del país no se contagia a lo personal o familiar.
Alrededor del 47% piensa que su condición individual será mejor dentro de un año, pero esta proporción se ha mantenido estable los últimos cinco meses.
Sin embargo, se observa una menor brecha en la percepción por nivel socioeconómico. Al tiempo que la clase alta mermó su optimismo, la baja considera que su situación será mejor.
Por otra parte, los consumidores consideran que su situación económica es peor ahora que en agosto del 2008. El pesimismo es más marcado en los hogares con menores ingresos.
El fantasma de la inflación ha estado presente a través del último año, pese a que en los últimos 12 meses los precios han aumentado solo 5,7%.
De los hogares que reportaron estar peor este año, entre el listado de posibles razones el 79% culpó a la inflación, un 42% a los salarios y un 30% a los menores ingresos económicos.
Esta percepción podría deberse a que 59% de los que reportaron estar igual o peor por la inflación en agosto son consumidores de nivel bajo. Es probable que gasten un mayor porcentaje de sus ingresos en alquiler y servicios de vivienda, salud y educación, cuyos precios han aumentado por encima del promedio.
Los consumidores estadounidenses muestran un comportamiento similar al de los ticos, según la encuesta de agosto de la Universidad de Michigan.
Los hogares en Estados Unidos mostraron el mayor pesimismo desde 1946, pero sus expectativas mejoran ante las señales de recuperación económica.
Fuente: El Financiero