Tal parece que la alucinación que causan los aguinaldos y las fiestas navideñas se desvaneció y las familias han vuelto a poner los pies en la tierra.
Quizá esto explica por qué el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) volvió a caer en febrero después de hacerlo en enero. La principal razón es que las expectativas de la situación económica a un año plazo ya no son tan buenas para los jefes de hogar.
Aunque el indicador bajó de 6,1 a 5,8 puntos en el último mes, aún mantiene un nivel alto en relación con lo que se vio en los meses de febrero del 2006 y 2007..
El ICC es calculado por la firma Unimer –a petición de EF–, siguiendo los parámetros de la Universidad de Michigan. Consiste en una entrevista telefónica realizada en 500 hogares; su margen de error es de 4,4 puntos y su nivel de confianza es del 95%.
Se basa en preguntas sobre cómo la situación personal y del hogar ha cambiado y cómo se espera que varíen las expectativas de la economía y las condiciones actuales para hacer compras.
Para el economista de Cefsa, José Luis Arce, aunque el indicador cae es claro que la gente sigue percibiendo que la situación económica no es estancamiento, aunque en su criterio es bueno que moderen su optimismo.
Es muy posible –agregó– que el repunte inflacionario esté nublando las expectativas de las familias a mediano plazo.
Sigue el interés en comprar
El estudio indicó que es común que el optimismo que reflejan las familias a finales de cada año caiga en los primeros meses del año siguiente.
No obstante, tres de cada diez personas siguen considerando que es buen momento para hacer compras. Incluso, el porcentaje que opina que es buen momento para comprar casa llegó al nivel más alto de la medición (45%).
Sin duda, la gente está sintiendo que el nivel de tasas de interés es lo suficientemente bajo para adquirir una deuda a largo plazo, comentó Eugenia Meza, gerenta de Mucap.
Los que piensan que es buen momento para comprar artículos para el hogar (36%) y para adquirir vehículos (23%) no sufrieron cambios en el último mes.
Esto se hace más obvio cuando se nota que el porcentaje de personas que cree que las tasas de interés tenderán a subir baja del 52% al 45%.
Sin embargo, cuando la gente ve el horizonte económico a un año plazo, el optimismo se reduce.
Mientras que en enero un 55% consideraba que su situación será mejor en un año, en febrero un 49% pensó de esa forma.
Eso se une al hecho de que 44% de los encuestados piensa que las condiciones laborales y de negocios en los próximos meses siguen siendo favorable, cuando hace un mes era el 52%.
Lo anterior también se añade a una caída en la expectativas de ingresos que tendrán las personas y las familias en un año plazo.
Buena parte de la muestra está casi segura de que la inflación provocará una mayor caída en sus ingresos reales. El porcentaje que piensa que los precios subirán (82%) es prácticamente el mismo del mes anterior.
Esa disminución en las expectativas también se reflejó en el Índice de Condiciones Actuales de la Economía y el Índice de Expectativas del Consumidor.
Fuente: El Financiero