La confianza de los consumidores logró salir del bache más profundo de los últimos tres años; sin embargo, serán necesarias más señales positivas de la economía para que las familias recobren las ganas de gastar dinero.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se mantuvo estable en 4,3 puntos –de 10 posibles– en mayo, un nivel que comienza a presentar síntomas de estancamiento.
Las pocas variaciones del indicador reflejan la cautela de las familias en la actual coyuntura. Por tercer mes consecutivo, la opinión sobre la condición económica actual, personal y familiar, se mantiene sin variaciones.
Tampoco se han movido mucho las expectativas para los próximos 12 meses. Cinco de cada 10 familias siente que está mejor que hace un año y esa misma proporción opina que dentro de un año estará mejor que hoy.
Sin embargo, aunque el indicador está en un punto muerto, la valoración general se puede ver de manera positiva si se toma en cuenta que a finales del 2008 cayó a 3,6 puntos, el nivel más bajo desde que comenzó la recesión económica.
Desde entonces, los índices de confianza del consumidor han subido en Estados Unidos y la Unión Europea, dejando espacio para estimar que lo peor de la crisis ya pasó, y que a futuro se espera una recuperación lenta.
Criterios opuestos
Lo que es un hecho es que el bolsillo de los costarricenses sigue resfriado. La proporción de familias que consideran que es un mal momento para hacer compras se mantiene por encima del 70%.
El giro de la racha pesimista de los principales socios comerciales del país es el primer rayo de luz que alumbra la salida de la crisis.
No obstante, al igual que en el mundo entero los criterios de los especialistas locales están divididos. Por ejemplo, el economista Alberto Franco se identifica más con una postura optimista.
Para Franco, los indicios de recuperación están visibles en el gradual retorno de la normalidad en la operación del sistema financiero internacional. Además de la aparición de signos positivos en la economía de Estados Unidos.
Andrés Volio, especialista en finanzas corporativas, es más escéptico. Comentó que la principal preocupación no es si la crisis tocó fondo, sino si el crecimiento será raquítico o si habrá una recaída luego de un periodo de corta recuperación.
¿Y las familias? El estudio del ICC refleja que en estos momentos el principal temor del tico no son los despidos, sino la dificultad para conseguir empleo.
Fuente: El Financiero