Casi la mitad de la población ve alzas como principal problema del país.
Ocho de cada 10 dicen que situación empeoró y estará aún peor en un año.
El alto costo de la vida y el mal estado de la economía son los problemas que más desvelan a los costarricenses, en momentos en que un marcado pesimismo los envuelve, independientemente de su nivel socioeconómico.
Casi la mitad de los ciudadanos opina que el alto costo de la vida y el mal estado de la economía son el principal problema del país (44%), mientras que en marzo menos de la tercera parte lo veía así (28%).
El crimen y la violencia, que en marzo pesaban tanto como las preocupaciones económicas, hoy quedan en segundo plano y son el principal problema solo para el 16% de las personas.
Pesimistas. Las cifras coinciden con un marcado pesimismo entre los ciudadanos de todas las edades, niveles socioeconómicos y grado educativo: ocho de cada 10 afirman que la situación económica del país está peor que hace un año.
Aún más, la misma cantidad cree que la economía estará todavía peor dentro de un año.
Los datos provienen de la última encuesta de opinión realizada por Unimer para La Nación , con base en entrevistas realizadas a 1.230 personas de todo el país.
El trabajo se realizó entre el 28 de agosto y el 4 de setiembre, y tiene un margen de error de 2,8 puntos, hacia arriba o hacia abajo de cada dato.
Están peor. El pesimismo también pesa sobre la economía familiar de los costarricenses, pues en los últimos meses se duplicó el porcentaje de quienes dicen estar peor que hace un año.
En marzo, dos de cada 10 sentía que su situación había empeorado. Hoy, son cuatro de cada 10 quienes reportan tal situación.
El pesimismo también se duplicó y con creces en lo que al futuro se refiere.
En marzo, solo dos de cada 10 personas decían que estarían peor dentro de un año. Ahora son cinco de cada 10 quienes responden de esa forma.
Tales percepciones no sorprenden, si se considera que prácticamente la totalidad de la población (98%) ha sentido incrementos en los productos básicos en las últimas semanas.
Ese sentimiento es incluso ligeramente más marcado (99%) entre las personas de nivel socioeconómico alto, y no se limita a las últimas semanas.
Alzas todo el año. Ante una pregunta sobre el comportamiento de las alzas a lo largo del 2008, casi el 90% de los entrevistados estima que estarán “muy por encima de otros años”.
Un ocho por ciento cree que estará “un poco por encima de otros años”.
Esta percepción es más marcada entre las mujeres, las personas de ingresos bajos y aquellas con poca escolaridad.
Tales respuestas son fiel reflejo de lo que ha ocurrido en el país en los últimos meses.
Este mes, el Banco Central reveló que la inflación acumulada en los últimos 12 meses llegó al 15,40%, la mayor variación acumulada que ha sufrido el país desde 1997.
En la práctica, esto significa que si una familia hace un año gastaba ¢100.000 en compras domésticas, hoy debe desembolsar ¢115.400 para adquirir lo mismo.
Las restricciones económicas ligadas a la inflación y el pesimismo sobre la situación económica familiar y nacional parecen tener un impacto en la satisfacción de las personas con su vida.
En marzo, cuando imperaba cierto optimismo, una sólida mayoría decía estar “muy” o “bastante” satisfecha con su vida (75%). Ahora solo un poco más de la mitad de la gente se siente así (58%).
Y, ¿a quién responsabilizan los ticos por tanto aumento de precios? El Gobierno es el principal señalado (55%), seguido por los incrementos en el precio del petróleo (35%) y de los alimentos (15%).
Fuente: La Nación. 14 de setiembre, 2008