Otto Guevara GuthExcandidato presidencial del Movimiento Libertario
Un día después de perder el sillón de Zapote frente a Laura Chinchilla el líder de los libertariosaseguró que las dudas en torno al financiamiento de su partidopudieron haber incididoen la pérdida de votantes
Se trata de un crédito por $433.000 que le facilitó Carla Gómez López, una de las prestamistas del partido y quien, en entrevista con La Nación , no supo dar detalles del origen de esos recursos.
Guevara asegura que ve este asunto como “un tema marginal”, entre múltiples razones que incidieron en su derrota electoral.
Por ejemplo, citó el “segundo aire” que recibió Ottón Solís, del PAC, con la adhesión de figuras como Rolando Araya y Walter Muñoz.
¿A qué atribuye la caída del apoyo al Movimiento Libertario en las semanas previas a las elecciones?
Indudablemente, a la organización. Nos enfrentamos a un partido (PLN) con 60 años de trayectoria y muy consolidado y, además, con el apoyo indirecto del Gobierno. Tenían recursos, logística y transportes que nosotros no estábamos en capacidad de tener. También hubo una campaña de desinformación en contra nuestra para asustar a potenciales votantes, anclándolos en escritos de hace 15 años, cuando nada tenían que ver con mi programa de gobierno.
¿Cuánto afectó el tema del financiamiento, en especial el caso de Carla Gómez, su prestamista?
El tema del financiamiento generó algunas dudas en la gente, como que la resfrió. Eso sumó, no se cuánto, para que, al final de cuentas, no creciéramos lo que estábamos proyectando crecer. Viéndolo retrospectivamente, hubiéramos presionado más a esta señora para que diera la información.
¿Por qué no lo hizo?
A mí me presentan una persona (Carla Gómez) para prestarme una plata. Tengo entendido que son recursos bien habidos. Pongo mi patrimonio a responder y viene todo el tema de que si era plata de ella o de otra persona. Ahí se generó la discusión. No me competía a mí.
¿Por qué, si el tema generó dudas, usted optó por no hablar con La Nación , antes de brindar una explicación satisfactoria?
Había una clara línea editorial en contra nuestra. Esa es una realidad objetiva. A eso se suma lo que consideramos es una extensión de esa línea editorial, haciéndole el juego a la campaña del oficialismo, metiendo más duda de la cuenta.
Pero usted acaba de aceptar que sí había dudas…
Metiendo más duda de la cuenta. Si usted me dice: “¿De dónde saca plata José Luis Jop (otro de sus prestamistas)?, ¿de dónde saca plata Carla?”. Yo no sé. El tema no era conmigo, sino con los acreedores. La Nación estaba esperando de mí explicaciones que no son mías.
Pero, especialmente en política, es responsabilidad de quien pide prestado saber de dónde viene el dinero. ¿No lo cree así?
Si yo voy adonde José Luis Jop a pedir plata, yo no le pregunto: “Mire, don José Luis, ¿usted está metido en lavado de plata o qué?”.
Y ¿por qué no? ¿Qué pasaría sí, una semana antes de las elecciones, recibe usted esa sorpresa de una persona que le prestó plata?
Con un cruce de información básica, uno se da cuenta de que esas personas no están en malos pasos y tienen recursos. Hasta ahí llega la investigación mía sobre el tema. Yo recibí buenas referencias de ella (Carla Gómez), por parte de mi abogado y amigo Cristian (Arguedas), quien la conoce hace 15 años.
Y ¿usted averiguó, finalmente, de dónde provino el dinero que le prestó Carla Gómez?
Cristian fue el que me dijo: “Ella tiene unos recursos disponibles”, y de ahí salió la plata.
No me refiero a eso. ¿Se sentó usted con ella y le pidió explicarle el origen de la plata?
Yo no he hablado con ella. Yo no he hablado con Carla desde que la vi cuando firmamos la hipoteca en la oficina de José Luis Jop. Ahora mandó a preguntar cuándo le íbamos a cancelar la hipoteca.
¿Cuando venció?
El 28 de enero.
¿Y van renegociarla?
Estamos renegociando. Ahora hablé con Cristian. A mí me tienen que entregar unos bonos por ese dinero, y estoy viendo a ver si los puedo descontar por algún lado para pagarle. Yo no voy a perder esas propiedades.
Tras conocer los resultados de las votaciones, ¿sigue usted pensando que la encuesta de Unimer estuvo “manoseada”, como lo dijo el pasado miércoles?
Estoy dando las disculpas. Las tendencias que mostró el resultado final estaban claras una semana antes, y eso fue lo que Carlos Panigua (de Unimer) encuentra en ese estudio que hace.
Entonces, ¿por qué habló en términos tan fuertes sobre esa encuesta del miércoles?
Era rarísimo ver cómo, en algún momento, estábamos casi en el 30% y, de pronto, caímos al 22%. No le encontrábamos explicación. Al calor de la campaña y con los datos internos que decían que estábamos volando, de alguna forma se pierde la objetividad e hice un comentario que fue indebido. Debí haber contado con más información o cuestionar más los datos que yo tenía.
Los costarricenses le han negado tres veces la posibilidadd de ser presidente de la República. ¿Habrá un cuarto intento?
Los medios hablan de tres veces y nunca voy a poderlos convencer de que la primera vez fue de mentirillas. Insisto en que la del 2002 fue de mentirillas. Pero es muy prematuro hablar de eso en este momento. Soy el presidente del Comité Ejecutivo Nacional y pretendo seguir liderando formalmente el Partido Movimiento Libertario en el proceso de consolidación de la estructura organizativa.
Entonces, no descarta la candidatura para el 2014.
Tengo 49 años y no le cierro las puertas a nada.
¿Qué espera de Laura Chinchilla en el Gobierno?
Las finanzas públicas están complicadas. Este gobierno no se socó la faja. La nueva administración hereda eso y el desequilibrio le va a amarrar las manos, en cuanto a algunas promesas de campaña. Pero se va a beneficiar de otras cosas sembradas en la administración Arias Sánchez. Además, la conformación de la Asamblea Legislativa la llevará a practicar la negociación política permanente. Sí veo en Laura Chinchilla una mayor vocación de comunicación y negociaciación que en los hermanos Arias.
¿Le tiene usted fe a Chinchilla?
Yo quisiera, de todo corazón, que las cosas le salgan bien, porque, si le salen bien a ella, le salen bien a Costa Rica. Pero le hace falta fuerza para hacer cambios en el país y que pueda dejar de lado los intereses mercantilistas que han estado muy cercanos a los gobernantes de las últimas administraciones. No la veo a ella con la convicción y la fortaleza para desmarcarse.
Fuente: La Nación