Los ticos son más críticos que los panameños; pero a la hora de actuar lo hacen en proporciones similares
Los panameños y los costarricenses tienen un nivel de conocimiento similar sobre las causas y consecuencias de los problemas ambientales que afectan a sus países.
Pero los ticos (seis de cada diez) son más críticos y se preocupan más por este tema que los panameños (cinco de cada diez).
En ambos países, siete de cada diez entrevistados se responsabiliza por ese deterioro y el 60% de los ciudadanos toma algunas medidas «parcialmente responsables» en favor del ambiente.
Sin embargo, estas acciones son las que requieren menor esfuerzo: apagar las luces cuando no se utilizan, cerrar el tubo mientras se lava los dientes y reutilizar bolsas plásticas.
Tanto en Panamá como en Costa Rica el deterioro del ambiente no es un problema prioritario–ocupa el quinto lugar de los problemas que más agobian a la población–pero los entrevistados que sí lo consideran un tema muy importante son, en su mayoría, personas que habitan fuera de la Gran Área Metropolitana de Costa Rica y fuera de Ciudad de Panamá
Estas son algunas conclusiones que surgen de comparar los estudios sobre «Valores ambientales de los ciudadanos», realizado por la firma investigadora de opinión Unimer (véanse gráficos).
Este estudio se realizó en Costa Rica del 5 al 20 de agosto del 2002, y en Panamá, del 11 al 25 de octubre del 2003.
Unimer también prepara estudios en El Salvador y Guatemala, y su propósito es proveer información que aliente a empresas y estados a lanzar campañas de educación en valores ambientales, principalmente en escuelas y colegios.
Progreso y presevación
La mayoría de costarricenses y panameños no tienen una posición extrema en torno al antagonismo que puede existir entre progreso y preservación del ambiente, más bien la posición de la mayoría es que pueden coexistir.
Sin embargo, en Panamá, el grupo que considera que son incompatibles es significativamente mayor que en Costa Rica.
Por otra parte, en Costa Rica se evidencia una relación entre el comportamiento que las personas tienen y su disponibilidad para cambiar hábitos, estilos de consumo y para pagar precios más altos por cuidar el ambiente.
En Panamá no se observan estas relaciones.
De acuerdo con Valeria Lentini, directora de Proyectos Unimer Research Internationial Costa Rica, en este país hay una evidente interrelación entre el grado de conocimiento, preocupación, y acción a favor del ambiente, y una parte importante de la población está dispuesta a cambiar prácticas en el estilo de vida en pro del buen manejo de los recursos.
En Panamá, la acción a favor del ambiente no muestra la interrelación que se observa en Costa Rica con respecto al conocimiento.
Sin embargo, en ambos países, un grupo importante de la población que ahorra energía y recicla productos lo hace por el interés de ahorrar, lo cual genera un efecto indirectamente positivo en el ambiente.
Para los ticos, la contaminación de ríos, aire, tala de árboles y manejo de la basura son los problemas ambientales que reciben más menciones.
Los panameños coinciden con los dos primeros, pero añaden como tercer preocupación la contaminación de la bahía de Panamá.
Conocimiento y acción
Según el estudio, en Costa Rica el nivel educativo formal es un factor altamente relacionado con el conocimiento sobre ambiente y con un comportamiento más responsable hacia el manejo de los recursos, no tanto así en Panamá.
La encuesta demuestra que, en ambos países, la información sobre temas relacionados con el ambiente se adquiere principalmente por los medios de comunicación.
Los entrevistados señalaron que la televisión, la radio y la prensa escrita son es el principal medio para difundir noticias sobre el medio ambiente (89,1% en Panamá y 95,2% en Costa Rica).
El 7,4% de los panameños indicaron haber obtenido información sobre la situación del medio ambiente en la escuela, colegio o universidad; y solo el 2,3% de los panameños, y el 5,8% de los costarricenses dicen haberse informado en conversaciones con amigos.
Como conclusión general, el estudio afirma que existe buena receptividad por parte de la población para iniciativas gubernamentales o empresariales a favor del ambiente.
Fuente: El Financiero. Octubre 2003
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