Ya no hay “polómetro” que valga. Un reciente estudio de Unimer de- termina cuáles conductas perciben los ticos como verdaderas poladas
Viste con una chaqueta color fucsia, zapatos negros, medias blancas y pantalón de pana… Luce enormes collares dorados que hacen juego con su diente de oro.
Conduce un automóvil llamado Kid, cuya mufla retumba como el difunto león del Bolívar, adornado por calcomanías de balazos y un CD que pende del espejo retrovisor.
Su novia se enojó con él porque colgó en el Messenger unos autorretratos “sexis” que se tomó con su celular. Pero, no importa, con dedicarle una pieza de Maná en Concierto para enamorados bastará para reconquistarla. Si sigue molesta, ‘posteará’ una frase fulminante y fría en Facebook para que se dé por aludida y entre en razón…
La descripción corresponde a la persona más pola que podría existir en el país, según la opinión de los costarricenses.
Después de muchos “polómetros” que han llegado a los buzones electrónicos de los ticos, una empresa se decidió a abordar el asunto con actitud más científica. Se dispuso averiguar cuál es la percepción ciudadana de “ser polo”, una palabra que tiene tono despectivo y bien puede ser sinónimo de ridículo.
Durante el pasado mes, la empresa Unimer realizó una encuesta telefónica a 300 personas, hombres y mujeres con edades entre 18 y 65 años, de todo el territorio nacional. El nivel de confianza del estudio es del 95%.
Ana Lía Jiménez, directora del estudio, cuenta que la idea surgió luego de que en varias ocasiones, durante la realización de grupos focales o entrevistas, los participantes se referían a diferentes conductas como poladas .
Los investigadores, entonces, se dieron a la tarea de determinar, de una buena vez, qué es polo . Estos son sus hallazgos…
Fuente: La Nación