Modelo estadístico aplicado al resultado de la encuesta arroja esa probabilidad
Estado de ánimo de los electores es fundamental para prever su asistencia
Seis de cada 10 costarricenses podrían acudir a votar en el referendo por el TLC el 7 de octubre, según revela un modelo estadístico de probabilidades aplicado a los resultados de la reciente encuesta de Unimer para La Nación .
Dicho modelo parte del análisis de una serie de comportamientos, actitudes y opiniones que los encuestados expresaron en sus respuestas.
Con esa base, el resultado permite detectar dónde hay más posibilidad de que un elector participe, o no, en una elección.
Por ejemplo, una persona que haya votado en las dos elecciones presidenciales anteriores, y en la elección de alcaldes del 2006, tiene fuertes probabilidades de hacer lo mismo en el referendo.
Unimer utilizó en el modelo 30 variables diferentes como, por ejemplo, la historia de participación electoral, el entusiasmo con respecto a la consulta popular, la preocupación sobre los efectos del TLC o la afectación de algunos servicios públicos.
Para lograr la proyección, la firma encuestadora aplicó a cada ciudadano entrevistado las funciones que provee el “Paquete Estadístico para Ciencias Sociales” (SPSS, por sus siglas en inglés).
El referendo del 7 de octubre fue convocado para que, mediante el voto directo, los costarricenses aprueben o rechacen el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos.
La encuesta se aplicó, entre el 20 y el 28 de agosto, a 1.238 costarricenses mayores de 18 años, por medio de entrevistas personales, casa por casa, y en todo el país.
Sobre el resultado del referendo, la consulta reveló que en este momento, entre los electores decididos a votar, un 56% está con el SÍ y un 36% con el NO.
Decisión dividida. El modelo estadístico evidencia que no todos los electores que dicen estar seguros de acudir a las urnas lo harán, como también algunos de quienes aseguran que no votarán, al final acudirán a las urnas.
Del 60% que, según la estimación, acudiría a votar, un 41% provendría de quienes hoy dicen estar decididos a emitir su voto y un 11% del grupo de personas que aún no han decidido cómo votarán o dudan de cómo hacerlo.
Asimismo, lo harían un 4% de los probables abstencionistas –que expresan dudas de ir a votar– y otro 4% de quienes hoy dicen que definitivamente no acudirán a las urnas.
Dos lados. El aspecto más influyente en la decisión de acudir a las urnas es el estado de ánimo: si se sienten entusiasmados, ilusionados e interesados en el referendo, crece su probabilidad de ir a votar.
Eso implica que tienen cuatro veces más seguridad de votar que quienes no piensan así.
También, la preocupación por que se afecte a sectores específicos como las pequeñas empresas y los agricultores motiva a acudir el día de la elección.
En la acera contraria, quienes expresan su preocupación por que el TLC pueda mejorar servicios y abra la posibilidad de romper monopolios, tienen tres veces más posibilidades de abstenerse.
También hay fuertes posibilidades de que acudan menos a las urnas los ciudadanos que solo tienen estudios de primaria, y quienes pertenezcan al nivel medio de ingresos económicos.
Fuente: La Nación. 04 de Setiembre, 2007