- Ticos complacidos y optimistas por cambio político
Carlos G. Paniagua (*)
Los resultados de la encuesta Unimer-La Nación publicados hoy indican que los costarricenses están satisfechos y llenos de optimismo con el cambio político generado en las recientes elecciones.
Efectivamente, en los primeros 2 meses de gestión, don Abel Pacheco no solo mantuvo, sino que incrementó el apoyo popular al lograr una opinión favorable del 81 por ciento de la población. Los costarricenses reconocen que el Presidente arrancó con un nuevo estilo de gobierno y que sus prioridades han sido la atención de dos problemas esenciales: la corrupción y la pobreza. Además ha dedicado esfuerzos a los asuntos de la niñez. Y es que precisamente los ticos esperan que el Gobierno atienda prioritariamente esos asuntos, más el costo de vida (economía en general) y la inseguridad ciudadana.
En cuanto al equipo de gobierno, casi una tercera parte de los entrevistados dijo que no podía opinar porque los desconocía, pero el resto expresa que está haciendo una labor buena (38 por ciento) o regular (25 por ciento) y solo el 8 por ciento no lo percibe así. Aunque la mayoría entiende que el Gobierno está en una fase de «acomodo«, más de la mitad de la población (58 por ciento) aprueba la labor del Presidente.
Labor legislativa. El Congreso, que en numerosos estudios anteriores era percibido muy negativamente, ahora obtiene de la ciudadanía una oportunidad para cambiar esa percepción. Más de un tercio (35 por ciento) está satisfecho con la labor inicial, una proporción similar opina que la Asamblea está trabajando mejor que las anteriores y la mitad de la población considera que la presencia de cuatro fracciones mejorará la calidad de las leyes que apruebe.
La mayoría de costarricenses aún no tiene información para indicar cuál fracción legislativa está desempeñándose mejor; sin embargo, un tercio de los entrevistados sí opina ubicando a la Fracción del PUSC y a la del PAC como las mejores (13 por ciento), mientras que la del PLN, ML (y Renovación Costarricense) solo obtiene opiniones favorables de un 4 por ciento o menos de la población.
Otro dato de relevancia es el relativo a las simpatías partidistas, según el cual el PAC conserva menos de la mitad (12 por ciento) de los seguidores que tenía en el momento de la elección y el PLN desciende al nivel más bajo en su historia (23 por ciento). En cambio, el PUSC conserva un 35 por ciento de simpatizantes.
Conclusiones. Se pueden obtener varias conclusiones en relación con estos resultados y hasta tratar de entender el optimismo de los costarricenses. Por una parte, el apoyo al Presidente y a su partido, de seguir así, podría obligar a algunas autoridades del PUSC «lastimadas» o «enojadas» a decidirse de una vez por todas a apoyar claramente el gobierno de don Abel Pacheco. Y deben hacerlo, porque, en caso contrario, ante un fracaso de Pacheco, será el PUSC quien recoja la factura; pero, si tiene éxito sin su apoyo, otras fuerzas políticas serán las beneficiadas.
Por otra parte, queda claro que el PAC tendrá que hacer una labor importante si realmente aspira a consolidarse como una real opción para el electorado. Lo mismo debe hacer el PLN para sobreponerse a su peor derrota y crisis. Al ML aún le queda por demostrar que entiende a este pueblo, sus necesidades y aspiraciones y que puede superar la etapa de críticas y denuncias con propuestas concretas y viables.
Por lo tanto, optimistamente podría pensarse que veremos a las distintas fuerzas políticas en pugna por hacer las cosas bien, y ese es el mejor escenario para la administración Pacheco y por supuesto, para el país. También queda claro del estudio, que la administración aún está en la fase de «acomodo». Es decir, debe «arrancar» proponiendo una agenda concreta que le permita dar dirección al trabajo de su equipo y al aporte de las distintas fracciones.
Mientras don Abel conserve ese alto grado de apoyo popular, los costarricenses tendrán razones para el optimismo ya que los líderes y partidos políticos estarán a su lado demostrando con hechos que comprendieron el mensaje del 3 de febrero y, por el contrario, ninguno le hará un desaire. Si no, que le pregunten a los integrantes de nuestra querida Sele, que, aunque su desempeño en el Mundial fue calificado como bueno o muy bueno por tres cuartas partes de la población, recibieron la reprobación pública por su descortesía con el Presidente.
(*) Presidente Unimer Research International
Fuente: La Nación. 15 de Julio, 2002