Al 58% de la gente le da igual la votación, ocho puntos más que hace cuatro meses
Un 35% está dispuesto a votar, mientras que en julio era un 41%
En lugar de calentarse el ambiente político nacional de cara a las elecciones de alcaldes, la indiferencia y la desmotivación crecen conforme se acerca la hora de abrir las urnas, a las 6 a. m. del domingo 5 de diciembre.
Lo aparenta el ambiente callejero, pero lo confirman los propios electores en la última encuesta contratada por La Nación a la empresa Unimer.
En ella, solo el 19% de los costarricenses mayores de 18 años se declara “entusiasmado” con las votaciones de los nuevos gobernantes locales, mientras el 58% asegura que le da igual, un 15% se muestra “desilusionado” y un 6% dice estar “enojado”.
Así lo expone la encuesta realizada entre el 21 de octubre y el 3 de noviembre a nivel nacional.
Estos datos demuestran un enfriamiento en relación con lo que los ticos manifestaban en julio, cuando el entusiasmo dominaba al 29% del electorado y el desinterés se apoderaba del 50%, mientras la decepción era el estado de ánimo del 16% y el enojo cundía en apenas el 3%.
De poco ha servido el esfuerzo de los partidos políticos y la disponibilidad de dinero estatal para financiar las campañas en los 81 cantones del país.
Nada evitó la caída, en solo cuatro meses, de 10 puntos porcentuales en el grupo de los entusiasmados y el incremento de ocho puntos en los indiferentes, a pocas semanas de que se elija a las autoridades locales de los próximos seis años.
La indiferencia frente a las elecciones es mayor entre los costarricenses menores de 30 años y entre quienes votaron en febrero por el candidato presidencial Otto Guevara o simpatizan con el Partido Acción Ciudadana (PAC), mientras que el interés aumenta en la población mayor a 50 años y entre los liberacionistas.
Los ciudadanos menos interesados en las elecciones son los residentes de los cantones de la provincia de Heredia, con un 69%. La menor indiferencia está en los cantones guanacastecos, aunque sus pobladores son también los que menos conocen a los candidatos a las alcaldías.
El ambiente anímico frente a la tercera elección popular de alcaldes en la historia del país va de la mano con las previsiones de participación electoral, la cual en el 2006 fue de solo el 23,8% del padrón.
En esta oportunidad, un 35% de la gente manifiesta su interés en votar (dos terceras partes de ellos tienen candidato decidido), pero podría seguir disminuyendo, pues hace cuatro meses la cifra era del 41% (uno de cada tres había decidido a quién dar su voto).
El cambio más drástico en disposición de participar en los comicios se presentó en el departamento de los abstencionistas. El 26% decía en julio tener claro que no se acercaría a las mesas electorales. Ahora ese grupo creció a un 36%, de acuerdo con el estudio fundamentado en la entrevista a 2.400 ciudadanos, con un margen de error de dos puntos porcentuales.
Las personas con estudios universitarios, los que llevaron a Laura Chinchilla a la Presidencia y quienes están matriculados con algún partido político, son los más anuentes a votar.
La mayor posibilidad de asistir a sufragar se presenta en los cantones de la provincia de Cartago. En contraste, los ciudadanos de la provincia de Limón se manifiestan más abstencionistas que el resto.
Los más reacios al voto por sus autoridades municipales están en el nivel socioeconómico medio y alto y los residentes en las ciudades.
A este panorama se enfrentan los 320 candidatos inscritos para la lucha por las alcaldías. También están en la contienda los aspirantes a síndicos y concejales de distrito, pertenecientes a 40 partidos y siete nuevas coaliciones.
El ambiente contrasta con los deseos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que dedica ¢6.825 millones a las elecciones. Su presidente, Luis Antonio Sobrado, fijó al menos un 40% de participación electoral para poder considerar “exitoso” este proceso.
Fuente: La Nación