Los ciudadanos entre los 30 y los 49 años de edad son los más críticos de la labor de la presidenta Laura Chinchilla. En este grupo, casi 6 de cada 10 opinan que la labor de la mandataria es mala o muy mala.
Los menos críticos son los costarricenses con cinco décadas o más. Entre ellos, 5 de cada 10 creen que el trabajo de Chinchilla es negativo. Los más jóvenes, los menores de 29 años, están en un nivel intermedio.
Por áreas del país, los habitantes de sectores urbanos emiten más opiniones desfavorables que los de áreas rurales. En las ciudades, el 57% descalifica la labor presidencial y, en el campo, el 50%.
Así lo revela la encuesta de Unimer para La Nación confeccionada entre el 24 de enero y el 4 de febrero, con un margen de error de 2,8 puntos porcentuales.
En general, la opinión de la ciudadanía sobre la gestión de Chinchilla no varió significativamente respecto a octubre. Se mantuvo en un 12% el grupo que aprueba la gestión y subió de un 53% a 55% el que la desaprueba. Los que la califican de regular son un 32%.
Además, todavía un 93% dice que Chinchilla no controla la dirección del Gobierno. En promedio, los hombres califican a la mandataria con más dureza que las mujeres.
Generación crítica. El grupo más duro con Chinchilla, la generación nacida entre 1964 y 1983, hoy representa el 35% de la población.
De acuerdo con datos del censo del 2011, la mitad de ellos vive en matrimonio y casi una cuarta parte en unión libre, por lo que sobrellevan cargas familiares, además de que el 5% está separado y el 5% divorciado.
Un ciudadano con esta edad es Luis Ramón Carranza Cascante, de 47 años y vecino de Ciudad Quesada. Este ganadero y estudiante de periodismo sostiene que sobran ejemplos para decir que la presidenta no ha sido coherente con el eslogan “firme y honesta”.
“A este Gobierno lo caracteriza la improvisación a partir de la escogencia del gabinete y hasta los instrumentos de control para evitar la corrupción, como en la construcción de la trocha fronteriza”, dijo.
Arodys Robles, director del Centro Centroamericano de Población de la UCR, comentó que el grupo entre 30 y 49 años es muy importante en términos económicos pues genera ingresos para cubrir su consumo propio y para transferir recursos a los más jóvenes.
Casi el 100% de los hombres en estas edades están empleados.
Además, dijo Robles, cuando estas personas sean ancianos, serán tantos como los jóvenes, lo que implica cierto riesgo para su pensión. Colaboró: Carlos Hernández.
Fuente: La Nación. 13 de marzo, 2013