Llevamos a cuestas –todos, no solo el Gobierno– una pesada carga de problemas nacionales e internacionales acumulados y heredados. No es justo que, en estas condiciones, tengamos que bailar el tango de los hermanos Arias, las veleidades de los 11 diputados rodrigo aristas y sus rimbombantes declaraciones, que han roto las barreras del lenguaje y siguen golpeando precisamente a quien dicen apoyar, ansioso, como dijo, de sosiego y de un perfil bajo, mientras replantea el mañana.
Cuando se pierde el sentido de las palabras, se comienza a tocar fondo. El consejo viene de Confucio. Veamos. ¿Qué significa arismo, sobre todo después de la irrespetuosa silbatina en la inauguración del Estadio Nacional y el 18% de Rodrigo Arias (RA) en la encuesta de Unimer? (Por cierto, sepa don Rodrigo que La Nación publica sus encuestas cada tres meses y que, en modo alguno, publicó la última, como lo denunció, para dañarlo, aprovechando la investigación legislativa. Recuerde, asimismo, que en las anteriores sus porcentajes fueron igualmente angustiantes. No se deje carbonear por sus eminentes asesores).
Arismo. ¿Comprende este vocablo a los dos hermanos o entraña el ocultamiento del expresidente Arias para que brille su hermano? Cuando estos 11 diputados se proclaman aristas, como dijo alguien, hasta la muerte (¿la de quién?), ¿abarca a los dos o a uno solo? Este deslinde de fronteras o siamesismo político es un punto crucial, a fin de dividir con justicia el lote de los silbidos en el Estadio Nacional o el 18% de la encuesta. No es mi intención recordar episodios molestos, pero son hechos rudos y testarudos, y que cada palo aguante su vela (no la mía, cielo santo). Por otra parte, si los 11 diputados de este cuento son rodrigoaristas y estas poses lo dañan a él, al PLN y al Gobierno, ¿por qué RA lo tolera?
Cuando estos 11, por medio de su vocera, hablan de una nueva “metodología” en la fracción, ¿qué significa esta palabra? ¿Qué significa un nuevo “pensamiento” si todos apoyan, como dicen, a la Presidenta y se proclaman liberacionistas? ¿Es posible un nuevo pensamiento común entre personas e intereses tan dispares? Al decir que actuarán “con más independencia”, ¿cuál es su contenido y cuáles, sus alcances? ¿Qué mancilló su independencia en este primer año? ¿De quién o de qué quieren ahora independizarse? ¿Acaso de RA, pues, como dijo ayer la vocera, “el grupo no responde a los intereses del exministro”? ¿Ni siquiera a sus intereses políticos? Al anunciar este grupo una serie de “talleres” para estructurar su estrategia, ¿quiénes serán sus mentores y estrategas? ¿Ellos mismos?
Como dijo Víctor Hugo (el francés), «del pensamiento vendrá la luz».
Fuente: La Nación. 04 de Abril, 2011