El Partido Acción Ciudadana (PAC) volvió a enseñar de qué lado renquea. Cojea en las costas, por más esfuerzos que sus autoridades en San José dediquen cada vez que vienen elecciones.
Los comicios del pasado 7 de febrero volvieron a evidenciar al PAC como un partido de tierra adentro. Las zonas urbanas fueron la punta de lanza de sus resultados, aunque esta vez con menor intensidad que en el 2006 .
De ahí el declive en el porcentaje total de votos válidos en las papeletas presidenciales: de 40,2% (comicios del 2006) a 25,1% (2010).
Los cantones de San Ramón (al oeste del Valle Central), Montes de Oca (centro) y Pérez Zeledón y Dota (extremo sureste de San José) fueron los cuatro de mayor votación para el PAC, aunque solo los ramonenses dieron al candidato rojiamarillo, Ottón Solís, una votación superior que al resto de sus contrincantes ( 40% de los votos).
En 79 de los 81 cantones le ganó Laura Chinchilla, quien tomará el poder el sábado 8 de mayo.
Pérez Zeledón es el cantón de origen de Solís, quien ahora vive en Montes de Oca, a 300 metros de la sede del PAC. El cantón josefino, además, es sede de la Universidad de Costa Rica y domilicio de profesores y estudiantes, sectores sobre los que el PAC nació en el año 2001.
Otros cantones del Valle Central también dieron al PAC un apoyo relativo alto, al menos al compararlo con el resultado obtenido en todo el país o con sus números en las provincias costeras: Guanacaste, Puntarenas y Limón.
Estas tres provincias siguen mostrándose como un acertijo para la agrupación rojiamarilla.
“Fatal”, fue la expresión que usó ayer, Francisco Molina, jefe de campaña escogido por Ottón Solís en este proceso, quien aceptó que había una mayor expectativa sobre las cifras en las costas.
De hecho, el aspirante presidencial del PAC solo obtuvo un 16,5% de los votos válidos emitidos en esas tres provincias.
Esto ocurrió a pesar de que las autoridades del PAC tenían bien claro su diagnóstico al comenzar la campaña.
Solís y Molina no se cansaron de asegurar que esta vez sí tenían organización y recursos para las provincias costeras, y que sus propuestas de gobierno iban a ser mejor aceptadas por los pobladores porque los beneficiarían a ellos, más que a ningún otro votante.
Ni siquiera lograron réditos satisfactorios por el nombramiento del salubrista limonense Julio Humphreys como candidato a la vicepresidencia, una cara ausente en la campaña mediática.
“Una señal que quisimos dar a los limonenses era que tener un vicepresidentente de ahí iba a ser prioritario en nuestro gobierno, pero no fue percibido así y no nos dieron apoyo”, admitió Molina.
Como posibles razones de la debilidad en las costas, el diputado mencionó que, por haber allí mayores índices de pobreza, hay un mayor margen para el “clientelismo” y también que hay mayor apego a las tradiciones “ y les cuesta cambiar sus hábitos de votos”.
Fuente: La Nación