La opinión de los ciudadanos sobre la labor de la mandataria Laura Chinchilla muestra señales de deterioro, a pocas semanas de que ella cumpla su primer año en la silla presidencial.
Superado el idilio de su ascenso al poder, ahora los costarricenses son más críticos al calificar el trabajo de la presidenta, su equipo de gobierno y su liderazgo.
Así lo revela la última encuesta de opinión elaborada por la empresa Unimer, por solicitud de La Nación, del 7 al 15 de marzo.
El estudio incluye el criterio de 1.202 personas de todo el país y tiene un margen de error del 2,8%.
Las opiniones favorables sobre la gestión presidencial bajaron de un 41% a un 37%, entre octubre y marzo pasados.
Mientras tanto, la labor presidencial ha ido ganando más calificaciones de regular e incluso muestra un leve repunte, dentro de los márgenes de error del estudio, en los criterios desfavorables (subieron de un 17% a un 19%).
Las opiniones negativas son mayores entre los hombres, la clase media y quienes tienen de 25 a 29 años. La crítica también predomina en la Gran Área Metropolitana, las ciudades ubicadas fuera del Valle Central y entre los partidarios del Movimiento Libertario o los que dicen no tener partido.
También se esfumó la buena opinión que el conflicto con Nicaragua generó sobre la labor de la presidenta en noviembre (un 62% de criterios favorables según una encuesta telefónica), aunque sí le reconocen logros en ese tema.
La percepción positiva sobre la primera parte del gobierno de Chinchilla es muy parecida a la obtenida por Abel Pacheco en su primer año (36%), pero menor que la de Óscar Arias (46%).
Confían menos. El índice de confianza en el Gobierno (ICG), elaborado por Unimer, también continúa en descenso. Este bajó un 13% en marzo (en escala de 1 a 5, pasó de 2,1 a 1,8), al igual que lo hizo en la consulta de octubre.
Ese indicador se compone de opiniones sobre cinco temas: trabajo del gabinete, eficiencia en el gasto, resolución de problemas, corrupción y para quién se gobierna.
La percepción sobre la corrupción fue la que más empeoró, al aumentar de un 19% a un 27%. También, pasó de un 33% a un 38% el porcentaje que estima que la Administración sabe cómo resolver problemas, pero no lo hace.
Fuente: La Nación. 03 de Abril, 2011