El mayor problema para el 11% de la población tiene poco que ver con sufrir un asalto o con estirar su dinero para llegar a fin de mes. Tampoco con las drogas ni con la corrupción.
El peor entuerto nacional en estos momentos es el conflicto con Nicaragua, opina el 11% de la gente, según una encuesta realizada por la empresa Unimer entre el 19 y el 23 de este mes.
Luego de entrevistar por teléfono a 500 ciudadanos, los expertos determinaron que más de uno de cada diez encuestados priorizó el diferendo entre el Gobierno de Costa Rica y el de Nicaragua, por la ocupación militar y los daños ambientales en isla Calero.
La pregunta se hizo de manera abierta, por lo cual las respuestas fueron espontáneas, advirtieron los especialistas a cargo del estudio, que posee un margen de error de 4,4 puntos porcentuales.
La mención de la inseguridad como el problema más grave de Costa Rica se mantuvo invariable en relación con la encuesta efectuada tres semanas atrás, con un porcentaje de entre 12% y 13%.
El grupo etario más inquieto por la disputa entre Costa Rica y Nicaragua es el que supera los 50 años de edad, en contraposición a los treintañeros.
La preocupación por el diferendo bilateral también se manifiesta con mayor relevancia en las personas de un nivel socioeconómico alto.
Esa inquietud se expresa también mayor en los residentes fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) y entre quienes se declaran seguidores del Partido Liberación Nacional (PLN) y, por tanto, quienes votaron en febrero por Laura Chinchilla para la presidencia.
De acuerdo con esta misma encuesta, un 66% de los costarricenses estima que el Gobierno ha conducido bien el conflicto, frente a un 19% que considera que lo hizo mal, como publicó La Nación este viernes.
El punto de mayor aprobación popular es la decisión de Chinchilla de presentar una demanda contra Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, Holanda.
Ahí pidió urgentes medidas precautorias para intentar frenar a las cuadrillas nicaraguenses que trabajan en la apertura de un canal para variar el recorrido final del río San Juan, con significativos daños ambientales como consecuencia, según las autoridades costarricenses.
El conflicto brotó en la penúltima semana de octubre, al conocerse los daños ambientales generados por los trabajadores a cargo del gobierno de Daniel Ortega.
Una semana después, las autoridades ticas lograron probar la presencia de miembros del Ejército Nacional de Nicaragua en suelo costarricense.
Managua aduce que es territorio propio y, por eso, se niega a retirar los soldados, a pesar de la exhortación hecha por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Esto generó una disputa política que ha involucrado a la opinión pública.
El 2% de los costarricenses (cifra menor al margen de error) considera que el mayor problema del país consiste en la llegada de inmigrantes.
Fuente: La Nación