• Tres de cada cuatro costarricenses consideran buena su calidad de vida
Ana Jimena Vargas Cullell
Directora del Proyecto sobre calidad de vida, Unimer
En el debate nacional sobre la situación actual surgen con insistencia discusiones sobre temas fundamentales como la deuda interna, la situación fiscal, el desencanto político, la inseguridad ciudadana y otros que, a menudo, arrojan un balance sombrío sobre el futuro del país y resaltan una «pérdida de fe» entre la población. Sin embargo, la más reciente encuesta nacional de opinión pública de Unimer-La Nación, que investigó a profundidad el tema de calidad de vida en Costa Rica entre una muestra representativa de 1.401 personas residentes a lo largo y ancho del país, señala que el 77 por ciento de los ciudadanos costarricenses consideran que tienen buena calidad de vida, más de la mitad se sienten bastante satisfechos con su vida en general, se declaran relativamente felices y afirman que son personas que llevan una vida tranquila en el 63,2 por ciento de los casos.
Estos resultados no implican que los costarricenses ignoran los grandes desafíos del país, ni que crean vivir en un mundo color de rosa. Por el contrario, la encuesta revela que entre los aspectos por los que sienten un bajo nivel de satisfacción –menos del 10 por ciento de los encuestados dice estar muy satisfecho con ellos– destacan, precisamente, la situación económica del país, la distribución del ingreso en Costa Rica, la seguridad en las calles y pueblos de la nación y la forma en que es gobernado el país. También son reveladores los niveles de insatisfacción con los ingresos mensuales, la situación económica familiar y los servicios de transporte. Además, la encuesta señala que los habitantes del país perciben un deterioro en su calidad de vida en los últimos cinco años.
Esperanzas. Lo que reflejan estos hallazgos es que la desesperanza aún no se ha afianzado en los costarricenses. En el plano personal, muchos se sienten satisfechos con su vida y sus relaciones familiares. Lo están, aunque en menor medida, con varios de los servicios públicos que reciben y con la calidad del medio natural en que vivimos, aunque reflejan mayor insatisfacción con la calidad de aire que respiramos.
Los ticos consideran que es posible mejorar la calidad de vida en el país en los próximos cinco años, y ello depende, en primera instancia, del esfuerzo individual de cada persona, y en segunda, de lo que haga el Gobierno.
Pese a no estar plenamente satisfechos con la forma en que ha sido gobernado el país, los costarricenses juzgan positivamente el arranque de la administración Pacheco, opinan favorablemente del Presidente como figura política en un 81 por ciento de los casos y depositan algunas esperanzas en que con la nueva conformación de la Asamblea Legislativa se puedan aprobar mejores leyes.
Uno de los aspectos reveladores de este estudio es que el concepto de calidad de vida, según los costarricense, es muy complejo; engloba una serie de aspectos de muy diversa índole, algunos dentro de la esfera de control de los individuos y otros que dependen de la sociedad en su conjunto. Estos aspectos van desde asuntos fundamentales (como tener derecho a un juicio justo, contar con buenas leyes, gozar de un ambiente sano o tener acceso a información confiable), hasta tener condiciones laborales favorables, pasando por condiciones de convivencia (vivir en paz y en democracia y tener amor) y por aspectos más operativos (como tener servicios de buena calidad, realizar actividades físicas con frecuencia o tener tiempo para uno mismo). Los aspectos que probaron ser menos relevantes para la calidad de vida de la mayoría de los costarricenses son los que están asociados con las posesiones materiales, el poder o la realización de viajes dentro y fuera del país. Para la mayoría, la calidad de vida es un asunto conjunto: la que tenga un individuo se ve influenciada por la calidad de vida de sus seres queridos.
Trabajo y recreación. Otro hallazgo interesante del estudio es que algunas instituciones y organizaciones del país repercuten en forma importante sobre la calidad de vida de la mayoría y que su impacto es mayoritariamente positivo. Entre estas instituciones se encuentran la Caja Costarricense de Seguro Social, el Instituto Costarricense de Electricidad y la Cruz Roja. Por otra parte, entre las instituciones que son citadas en menor medida y con un impacto mucho más modesto destacan la Asamblea Legislativa, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, Recope y los partidos políticos.
Entre los principales aportes del estudio está la descripción de la vida cotidiana de los costarricenses, incluyendo las actividades que típicamente realizan en un día entre semana y los fines de semana. Los datos en este sentido son abundantes, pero, para muestra, un par de botones: el 62 por ciento de los costarricenses tiene trabajo, al que, en promedio, le dedican 8 horas y 57 minutos cada día. Durante un fin de semana típico casi la mitad se queda en casa con la familia y menos de una tercera parte asiste a misa o al culto.
Es obvio que los resultados de la primera encuesta de Unimer-La Nación sobre calidad de vida no son la última palabra sobre este complejo tema. Muy por el contrario, esperamos que sea la piedra de toque para estimular la investigación al respecto, a fin de entender mejor lo que es calidad de vida para los costarricenses, y alimentar el debate informado sobre el tema.
Fuente: La Nación. Agosto 2002