Jóvenes pobres y adultos de 40 a 49 años son quienes están en desventaja.
La mitad de las conexiones rápidas las tienen personas de ingresos altos.
Lejos de acortar las diferencias, el acceso a Internet de banda ancha (velocidad rápida para transmisión de datos) acrecentó la brecha digital en el país.
La ampliación de la brecha tecnológica afecta más a los jóvenes de bajos recursos de 18 a 29 años y a las personas de 40 a 49 años.
Esas poblaciones pasaron de un acceso intermedio de Internet a uno bajo cuando se trata solo de conexiones de banda ancha.
Aunque los costarricenses de ingresos medios de 30 a 49 años mantienen el acceso moderado a la red, la cantidad de personas que usan velocidad rápida en la Web casi llega al nivel bajo.
Actualmente, del 32% de la población que tiene acceso a la red, solo un 15% lo hace con una conexión rápida.
La mitad de quienes tienen acceso a ese porcentaje de conexiones de banda ancha (50%) son de nivel socioeconómico alto.
Además, un 18% de la población de ingresos medios tiene posibilidades de navegar por la red con velocidad rápida, y solo un 3% de los costarricenses pobres puede hacerlo también.
Los datos provienen de la más reciente encuesta de la empresa Unimer para La Nación .
El estudio tiene un margen de error de 2,8 puntos porcentuales hacia arriba y hacia abajo de cada cifra.
La medición se efectuó del 20 al 27 de enero con una muestra de 1.225 personas mayores de edad en todo el territorio nacional y tiene un grado de confianza del 95%.
La brecha digital se refiere a las diferencias económicas, sociales y generacionales que impiden a un grupo de personas usar Internet.
El 15% de los costarricenses que utilizan banda ancha tienen velocidades de conexión superiores los 256 Kbbs, lo que les permite navegar por la red, usar el correo electrónico, descargar archivos y otros, todo a la vez.
Sin embargo, la mayoría de los costarricenses que entran a la Web (17%), lo hace por la banda angosta a una velocidad de 56 Kbbs a 128 Kbbs. Generalmente, esas conexiones requieren una línea telefónica fija; mientras se usa Internet, ese servicio se interrumpe.
Por edad. Si se analiza la brecha digital por edades, quienes están en mayor desventaja son los adultos de 40 a 69 años con pocos recursos económicos.
Dentro de ese grupo de edad y socioeconómico nadie ha usado Internet de altas velocidades.
El 3% de personas pobres que utiliza banda ancha para navegar por la red se limita a los adultos de 18 a 39 años.
En contraste, en la población de mayores ingresos económicos, el acceso a la banda ancha beneficia porque disminuye la brecha digital entre generaciones.
Todos los adultos de 18 ó más años de ese estrato socioeconómico tienen acceso a la Web a través de conexiones rápidas sin importar su edad.
Para las personas de recursos económicos medios, el uso de banda ancha amplía la brecha digital en todos los grupos de edad, excepto entre los jóvenes de 18 a 29 años.
Del 18% de conexiones de velocidad rápida con las que cuenta la población de ingresos intermedios, un 28% son utilizadas por jóvenes.
La mitad de los que aseguran usar banda ancha para navegar por la red lo hace desde su casa, el 28% la aprovecha la conexión de su trabajo, y un 24% paga en cafés Internet. Muy pocos la utilizan en su centro de estudios.
Empero, los universitarios son quienes más emplean la banda ancha junto con los habitantes de la Gran Área Metropolitana.
Más del 50% de los universitarios que pueden conectarse a la red con velocidad rápida aseguran que utilizan Internet todos los días.
Fuente: La Nación. 23 de febrero, 2009