Opiniones negativas sobre labor de la mandataria ya superan las positivas
Un 34% dice que la gobernante hace mala labor; un 23% afirma que es buena
Casi 9 de cada 10 ciudadanos opinan que la presidenta de la República, Laura Chinchilla, no controla el Gobierno. Dicha percepción se recoge en el último Estudio Nacional de Opinión Pública, elaborado por la empresa Unimer, por solicitud de La Nación , entre el 4 y el 10 de enero.
A cuatro meses de que la primera mujer en la presidencia cumpla su segundo año de labores, un 85% respondió que ella no controla el Gobierno. Otro 13% contestó que sí y poco menos del 2% se rehusó a opinar.
¿En qué contexto se hizo la pregunta a los ciudadanos?
Antes de plantearla, los encuestadores consultaron a 1.200 personas cómo califican la gestión de la gobernante, de sus ministros y la administración del gasto público. También si consideran que este Gobierno está resolviendo los problemas del país, si emprende acciones en beneficio de algunos pocos sectores o pensando en la gente; y la percepción sobre el nivel de corrupción.
Tras esa batería de preguntas, se les cuestionó: “En resumen, ¿considera usted que doña Laura Chinchilla tiene bajo su control la dirección y el manejo del Gobierno o no ha podido hacerlo? De allí emerge el dato.
Esta encuesta tiene un margen de error de 2,8 puntos porcentuales hacia arriba o abajo de cada dato e incluyó la opinión de mayores de 18 años consultados mediante entrevistas personales en todo el territorio nacional.
En junio del año pasado, en otra encuesta nacional, Unimer les consultó a 1.200 personas si creían que Chinchilla tenía el control del país. En esa ocasión, un 78% dijo que no y un 14%, sí.
Hoy, los criterios sobre el mismo aspecto son muy similares entre hombres y mujeres. Además, son ligeramente mayores entre los habitantes de zonas rurales.
Nota negativa. En cuanto a la labor de Chinchilla, por primera vez en su mandato las opiniones negativas superan las positivas.
Este enero, un 34% calificó el trabajo de “malo” o “muy malo”, y un 23% como “bueno” o “muy bueno”; 43% lo ve como regular.
En setiembre, la diferencia entre opiniones negativas y positivas era de solo tres puntos porcentuales (29% frente a 26%), pero ahora se amplió a 11 puntos.
Con estos resultados se consolida una tendencia creciente en las malas calificaciones que los ciudadanos le otorgan a la presidenta.
En octubre del 2010, las opiniones negativas eran de solo un 9% y las positivas se acercaban al 40%.
Las calificaciones se invirtieron luego de un 2011 marcado por fuertes conflictos políticos, críticas por fallas en infraestructura y oscuras expectativas económicas.
Los hombres son más críticos que las mujeres. Entre ellos, casi 4 de cada 10 califican de “malo” o “muy malo” el trabajo presidencial, mientras que, entre las mujeres, lo hacen 3 de cada 10.
También, son más estrictas las personas con ingreso alto, las que tienen educación universitaria y las económicamente activas.
Por simpatía partidaria, son más críticas hacia Chinchilla las personas afines al PUSC y al Libertario. En cambio, las del PLN y del PAC tienden a ser más comedidas con sus calificaciones negativas.
Al igual que la mandataria actual, los expresidentes Abel Pacheco, Miguel Ángel Rodríguez y José María Figueres recibieron más calificaciones malas que buenas en los dos primeros años. Eso no ocurrió en el caso de Óscar Arias.
Fuente: La Nación. 31 de enero, 2012