27% atribuye esta labor a Santa Claus y otro 32% prefiere decirles ‘la verdad’
Agüizotes para la suerte en el nuevo año son prácticas del 30% de familias
¿Quién llega a las casas de los ticos para dejarles regalos a los pequeños? ¿Cómo transmiten los adultos costarricenses esa tradición? Esa fue una de las preguntas que la empresa de análisis de datos Unimer buscó responder mediante una encuesta electrónica.
El resultado: 39% de los adultos les dicen a sus hijos –y a otros parientes y vecinos menores– que es el Niño Dios o el Niñito quien llega cada Nochebuena a dejar los regalos que los chicos se encuentran la mañana de Navidad.
Otro 32% prefiere hacerles saber que los responsables de ello son los papás o familiares y un 27% elige inculcarles la tradición de creer en San Nicolás, Santa Claus o Colacho.
“Es muy posible que lo que los adultos transmitimos a nuestros niños sea lo mismo que creímos nosotros en los primeros años de vida”, manifestó Katherine Serrano, directora de Proyectos de Unimer.
De todas las tradiciones navideñas, la que sin duda está más fuertemente arraigada en la sociedad costarricense es el tamal, que en esta época se consume en el 97% de los hogares.
Agüizoteros. Aunque con una tendencia a la baja, los agüizotes o prácticas para llamar a la buena suerte siguen anclados entre muchos ticos. Cerca de un 30% de las familias admiten realizar acciones de este tipo, especialmente a la medianoche del 31 de diciembre.
La más mencionada en la encuesta (65%) fue la de comer 12 uvas, justo cuando se inicia el Año Nuevo.
La siguiente costumbre más citada (46%) fue llevar flores de santalucía en la billetera, así como regalarlas, para que no les falte el dinero durante el año.
En tercer puesto está la práctica de salir a darle la vuelta a la manzana cargando una valija y, sobre todo, colocarla detrás de la puerta (con un 42%). Vestir ropa íntima de determinado color, usualmente amarillo (39%) es otra tradición que algunos siguen. “Vimos que mucha gente tal vez no sale a correr con la maleta por las calles a medianoche, porque lo considera inseguro, pero sí deja la valija detrás de la puerta”, aseguró Serrano.
Fin de año también parece ser sinónimo de vacaciones fuera del Valle Central para muchos hogares. Según la encuesta de Unimer, seis de cada diez personas dijeron que van a salir, el 80% de ellas, dentro del país.
Identidad. El sociólogo William Salazar considera que estas tradiciones reflejan más la identidad de celebrar una época del año que de pertenecer a una región del orbe.
“Hay tradiciones que se viven de forma similar en todo el planeta. Aquí, el sentido de pertenencia es hacia la época en sí, no hacia el lugar donde vivamos; es decir, lo que nos identifica y buscamos celebrar es que ya el año se acaba”, explicó el especialista.
Para este estudio se consultó a personas con edades de 18 años o más, residentes en la Gran Área Metropolitana (GAM) del país. Participó un total de 865 cibernautas y el estudio se realizó del 15 al 20 de octubre pasados. El estudio posee un margen de error de 3,3 por ciento.
Fuente: La Nación. 11 Diciembre, 2015